Gracias Almalé. Reproduzco texto y enlace.
Rubinstein ordenó a Schein que se preparara la Sonata D 960 de Schubert para la siguiente clase. "Cuando terminé de tocar el movimiento, Rubinstein se puso muy serio -dijo la estudiante de piano-. Schubert es con el único compositor que puedo mirar de frente a la muerte -comentó Rubinstein-. Esta música es como la muerte. No hay nada que muestre la naturaleza de la muerte como su música. Cuando muera, no quiero a nadie a mi alrededor. Quisiera, como los animales, marcharme a los bosques para morir con dignidad, solo."
Texto extraído del libro "Este burdel no es una ópera" de M. Pradera y J. Trujillo. Ed. Planeta, 1998.
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