Lima, Perú - 2012
Organizadores: Colegio de Arquitectos del Perú y Ciudaris S.A.
2º PREMIO
El edificio con 20 pisos de altura necesitaba por un asunto de ornato público la intervención simple de sus fachadas medianeras mientras las construcciones aledañas comiencen a desarrollarse. La intervención debía ser entendible y no tan compleja para que a los operarios les sea fácil su ejecución. Las fachadas medianeras son dos, la primera que se orienta hacia la Vía Expresa y la segunda que está orientada al Parque de la Reserva. La propuesta estableció como lineamiento principal la transición de lo urbano hacia lo natural orgánico tomando como referencia la relación “Punto Visual – Edificio – Fondo”.
Hacia el Parque de la Reserva tenemos una fachada compuesta de formas ortogonales que poco a poco se van diagonalizando. Se considera el uso de formas diagonales para darle más dinamismo unido con formas rectas para establecer una fachada más ordenada que tenga relación con los vacíos del edificio. El ducto de esta fachada es mucho más grande que el ducto opuesto, por lo tanto se propone que cuando estas diagonales crucen el ducto se insinúen con una plancha de drywall pintada a manera de cubrir esa distancia. El ducto al tener un ancho considerable se trabaja como si fuera un lienzo con formas libres.
La fachada orientada a la Vía Expresa recibe un tratamiento distinto pero guardando relación con su fachada opuesta. Se busca que las diagonales sean más delgadas pero en mayor cantidad, con lo cual logramos que se note una fachada mucho más orgánica y menos rígida. Estas diagonales se intersecan entre sí y tienen como punto de partida los balcones verdes, insinuando continuidad de la fachada principal.
Se tomó en consideración utilizar el polvo que se impregna en los muros, que es una de las características presentes en la ciudad de Lima, como un elemento favorable en la composición de la fachada. Por ello se utiliza como acabados el tarrajeo irregular y el escarchado para poder dar mayor dinamismo a la composición.
Hacia el Parque de la Reserva tenemos una fachada compuesta de formas ortogonales que poco a poco se van diagonalizando. Se considera el uso de formas diagonales para darle más dinamismo unido con formas rectas para establecer una fachada más ordenada que tenga relación con los vacíos del edificio. El ducto de esta fachada es mucho más grande que el ducto opuesto, por lo tanto se propone que cuando estas diagonales crucen el ducto se insinúen con una plancha de drywall pintada a manera de cubrir esa distancia. El ducto al tener un ancho considerable se trabaja como si fuera un lienzo con formas libres.
La fachada orientada a la Vía Expresa recibe un tratamiento distinto pero guardando relación con su fachada opuesta. Se busca que las diagonales sean más delgadas pero en mayor cantidad, con lo cual logramos que se note una fachada mucho más orgánica y menos rígida. Estas diagonales se intersecan entre sí y tienen como punto de partida los balcones verdes, insinuando continuidad de la fachada principal.
Se tomó en consideración utilizar el polvo que se impregna en los muros, que es una de las características presentes en la ciudad de Lima, como un elemento favorable en la composición de la fachada. Por ello se utiliza como acabados el tarrajeo irregular y el escarchado para poder dar mayor dinamismo a la composición.
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