9 de enero de 2013

LE CORBUSIER EN LA ARGENTINA

La Casa Curutchet
La Plata, Argentina. 1949 - 1955

Le Corbusier - proyecto / Amancio Williams - dirección técnica


Análisis y fotografías: Arq. Rubén Pesci
Esquemas y planos: Arq. Rubén Pesci / Fundación CEPA



 




































Documento publicado en la Revista A/mbiente Nº21 de agosto de 1980*. Actualiza un trabajo realizado por Pesci en el 1970 por encargo de Bruno Zevi para la revista "L'architettura" Nº175. Valioso aporte para la comprensión del edificio dado el exhaustivo análisis de los componentes arquitectónicos y reflexión sobre la repercusión en el medio local. Interesante ejercicio de estudiar una obra de Le Corbusier con pautas de análisis normalmente aplicada a obras de Wright: comprobación de la auténtica universalidad de la Modernidad, más en autores con marcada personalidad y distante aproximación arquitectónica. El sentido de lo universal es eso: la comprensión desde lo constructivo, funcional, ambiental y formal del objeto arquitectónico y no la repetición en cualquier parte del mundo de soluciones estéticas.

Valioso también por ser uno de los pocos documentos que trabaja sobre plantas y cortes de la casa según se construyó, asumiendo los cambios como la natural evolución del proyecto.
Las fotos datan de la primera publicación (tomadas en 1969), por ello podemos apreciar el mobiliario de la familia Curutchet.

He intentado resumir el texto hasta donde considero no pierde sentido de conjunto. Si alguno desea el escrito completo me lo puede solicitar para enviárselo vía correo electrónico. La revista hace décadas que está agotada, se puede consultar en la biblioteca de la Fundación CEPA.

Aldo Facho Dede

Ver también:
Casa Curutchet
por Aldo Facho
Casa Curutchet - Miradas Intensivas_01

Casa Curutchet - Miradas Intensivas_02






La sección "a/testimonios" no podía tardar en recuperar las fuentes. En una época de tantas confusiones y mistificaciones, es saludable abrevar en las aguas claras de los grandes maestros del Movimiento Moderno de la arquitectura. Pero ello puede ser particularmente interesante cuando se trata de revelar aspectos y obras poco conocidos y comprendidos.
/…/Su valor de testimonio entendido como una arquitectura de dimensión y significación "ambiental", no ha sido abordado. Y sus específicas cuestiones lingüísticas en todo caso lo han sido sólo fragmentaria o erróneamente enfocadas. Es, pues, un "testimonio" necesario. Una lección integradora y casi atemporal, a pesar de - o por ello quizás - su alta especificidad.
















Antecedentes
/…/ En la Casa Curuchet, proyectada por Le Corbusier para La Plata en 1949, encontraríamos la comprobación dé muchas ideas y principios que creíamos fundamentales en la arquitectura moderna y fundamentalmente entendamos que el lenguaje figurativo-espacial puede desarrollar distintos significantes para un contenido unificante por lo cual una verdadera cultura arquitectónica debería revelar las constantes tipológicas que definen los requisitos esenciales del hábitat y el ambiente, permitiendo a partir de dicha unidad comunicacional, los mayores estímulos expresivos que los recursos y la creatividad geométrico-constructiva del proyectista pudieran introducir.


Ideas
El Dr. Pedro Curuchet es un cirujano argentino cuya carrera descuella por ser inventor de extraordinarios instrumentos quirúrgicos, reconocidos en los países más evolucionados. Su inquieta cultura lo lleva a desear una casa en La Plata proyectada nada menos que por Le Corbusier y elige para ello un terreno al lado, frente a un arbolado boulevard y una aún más agradable plaza (fig.1). El sitio era muy urbano y de densidad media-alta y las requisitos del médico muy difíciles de cumplimentar en el pequeño lote de sólo 8,66 x 20 mts vivienda de tres dormitorios con todos los servicios y comodidades y además consultorio médico con pequeña sala de internación para enfermos en observación Más de 300 m2: 2 pisos completos cubriendo el terreno. Algo había que hacer, para evitar los dos extremos utilitarios de aprovechamiento del exiguo terreno: ocuparlo por completo imposible y anti-higiénico; levantarse cuatro o cinco pisos en torre, con ascensor.


La relación del arquitecto y su cliente es epistolar

/…/ (Se habla) Ante todo, de "una arquitectura muy constructiva, muy ordenada en su organización", pero donde se resalta que "se integrará al paisaje del parque que estará siempre presente" a través de sus repercusiones y reiteraciones en la casa misma."

Y por otro lado se destaca que el arquitecto sólo aceptará modificaciones de detalle, porque tiene la seguridad de haber respondido bien a lo fundamental e inamovible: la utilización funcional, espacial y psicológica del terreno.

A nosotros esto no nos sorprende. ¿De qué otras cosas fundamentales, le puede hablar un arquitecto a su cliente? ¿Cuál otra será la síntesis que le pueda dar?

/…/ Pero es indudable que para la cultura arquitectónica el asunto no terminó ni fue tan claro. Nunca fue interpretada cabalmente esta casa (1) Y como sucede con las obras de cineastas, pintores o músicos, el crítico aficionado o profesional trató de ver cosas grandiosas, inspiraciones artísticas o manifiestos politicistas, allí donde había unas grandiosamente simples cartas al cliente con grandiosamente claras ideas de hombre, vivienda y ambiente.




















 



















Lectura ambiental de la obra arquitectónica

/…/ Finalidad: (L.C.) Se propuso -como siempre- crear una tipología definida como un cuasi-modelo pero abierto asimismo a mil reinterpretaciones presentes y futuras. Pero Curutchet necesitaba también un consultorio médico semi-independiente, con acceso al público. Y para esta parte del conjunto también deberían existir el parque, el sol y las buenas visuales.

Análisis: la finalidad y objetivos planteados requerían un análisis detallado, para superar los conflictos implícitos en el tema: múltiples requisitos funcionales, lote exiguo, medianeras, la relación buscada con el paisaje del parque vecino, etc. Las relaciones adecuadas entre las partes exigían ante todo una diferenciación funcional y fruitiva entre tres subconjuntos: la casa en sí misma, el consultorio médico y un espacio semi-público que uniese estos últimos entre sí y con la calle. De ese modo se conseguirían ordenar unitaria y diversificadamente a la vez los patrones de comportamiento de componentes tan disímiles.

Por otra parte esa estructura de relaciones debía organizarse de modo tal que en todos los casos se ponderasen las visuales al parque y la buena orientación (el frente del terreno) logrando incluso amplios espacios de vida exterior que -como ecos de parque otorgasen un adecuado equilibrio vivencial a la casa.

/…/Cuando el maestro compara sus cuatro tipos organizativos más claros (fig. 2) encuentra en ellos sólo elementos básicos a reproponer, pero no la fórmula predeterminada. Por de pronto, el lote pequeño y con tres lados ciegos exigía una estructuración compositiva menos libre que en la casa La Roche (que en este caso hubiera supuesto arrinconar o aplastar volúmenes edilicios contra medianeras, (fig. 3), imposible de realizar según el modelo de "ville á garches" más suelto y tridimensional que en la casa de Stuttgart y más condicionado que en la "ville Saboye". La respuesta anti-iluminista, concreta, específica y nueva a la vez, no se hizo esperar.

Los principios le sirvieron como marco referencial, modelo teórico y experiencia concreta; pero los concretos requisitos de uso, clima y cultura se sirvieron de ellos tan libre y creativamente como un orador usa la lengua o un buen músico usa los códigos musicales.

Síntesis: El partido adoptado por Le Corbusier como respuesta al problema (y esto nos hace recordar aquello de Wright, que "cada problema lleva en sí su propia solución") ya contiene el germen de todas las consecuencias lingüísticos de la obra.

Desde el plano del contenido (su sustancia, definida por las metas del cliente; y su forma, resuelta por la específica articulación espacial de las actividades localizadas y los núcleos de circulación) al plano del continente (su sustancia expresiva, hallada en a misma articulación espacial y su forma final y concreta, sugerida por la misma y apoyada en la gramática y sintaxis lecorbusiana). Todos los elementos de la arquitectura unidos en la decisión creativa central, que como todo sistema debe permitir la máxima variedad o diversidad de sus partes componentes.

La casa se define por una secuencia espacial ascendente y liberadora (verdadera "promenade") que organiza sectores suspendidos en el espacio ahuecado del volumen del lote. Un puente, en el primer nivel, sobre la calle, contiene el consultorio y sirve de filtro público-privado y basamento para la terraza-jardín.

La casa recostada hacia el fondo, estructurada por su propia espina de circulación vertical, que (elevada sobre pilotis desde el segundo nivel) se protege y vincula al mismo tiempo a la calle y el paisaje del parque a través de la terraza-jardín. Entre ambos, un continuo cuatridimensional de espacios abiertos.

Finalmente, completando el conjunto, un liviano techo (baldaquino) protege el exceso de sol y lluvia y da la escala a la casa y a ésta con relación al contexto.

































Acción: Le Corbusier propone una lógica geométrica y constructiva que aparece como una voluntad de forma-autónoma, pero que surge en realidad 'profundamente enraizada en los requerimientos espaciales y simbólicos de la situación vivencial propuesta.

Una trama espacial sugerida por la modulación de columnas, configura una planta libre disponible para la articulación de los espacios adaptados. Esa trama se libera de las medianeras, la cual en lugar de ser utilizada como apoyo portante, queda exenta por la disposición de columnas colocadas a corta distancia de aquéllas. Esas columnas exceden su valor portante para permitir la modulación del espacio y la fluencia de volúmenes y planos exentos del rigor modular.

Esta doble articulación lingüística, característica de la semántica lecorbusiana es independiente de las fuerzas espaciales resultantes de las relaciones y situaciones propuestas. Con seguridad, en la lengua wrightiana, éstas y aquéllas, función y forma hubieran tenido una respuesta univoca, cosa que Le Corbusier rechaza. Por ello, en la fuerza integral e integradora del lenguaje mal llamado orgánico, suelen en ocasiones forzarse aspectos constructivos y aún funcionales; podría haber sido éste el caso, dada la fuerza expresiva anterior a la obra misma (el terreno rodeado de muros medianeros).

En tanto Le Corbusier acepta las contradicciones, decide con racionalidad y adopta la doble articulación lingüística que antes mencionamos.

Verificación:
Las pautas proyectuales fueron definidas con absoluta claridad por el arquitecto, desde París, con sólo dos conocimientos directos del contexto: su viaje a la Argentina de 1929- donde captó maravillosamente el clima, el paisaje y el cielo del Río de la Plata- y las fotos del terreno y su entorno que Curutchet le envió.

Pero fueron tan claras como eficaces, al punto tal que no debieron ser alteradas en la ejecución de la obra, casi por entero dirigida por Amancio Williams. Sólo algunos excesos registraba el "modelo" con relación a la realidad sobre la que se erigía; las paredes de los volúmenes sanitarios del piso de dormir, por ejemplo, que no conferían suficiente intimidad a los mismos. Pero en términos generales, se transformó fielmente el diseño en construcción.

/…/ La imagen del conjunto se integró sin exageradas estridencias vanguardistas en un contexto bastante conservador.

 
Un testimonio incomprendido
Después de las razones y poéticas expuestas, bien podría pensar el lector que La Plata ha tomado el tipo de casa planteada por Le Corbusier y la ha incorporado a su patrimonio tipológico.

Nada más alejado de la verdad: en una ciudad de medio millón de habitantes, que duplicó su población desde que se construyó esta casa hasta la actualidad (31 años), no alcanzan a diez las casas que han sabido heredar la lección y de esas diez sólo dos o tres pueden ser mencionadas o mostradas con rigor crítico.

No se entendió el uso cuatridirnensional que Corbu propuso para un lote exigua y cercado por altas medianeras; pero la estructura urbana y el uso del suelo imponen esas mismas condiciones en toda la planta urbana.

El modelo de planta libre y volumen ahuecado, desarrollado hacia arriba en tres o más niveles, es una respuesta culta, que hace de los condicionantes un arranque seguro para la libertad creativa. Un casco urbano denso pero pleno de transparencias y espacios abiertos es la meta ambiental que como testimonio se ofrecía.

/…/ La superación del objeto terminado en sí mismo por un fragmento de ambiente. Esa fue la contribución de Le Corbusier al joven sistema espacial argentino.

¿Qué quedó de ello en la práctica? Copiamos los signos epidérmicos del lenguaje: parte del vocabulario (las columnas, la puerta de entrada, los parasoles) y parte de la gramática y la sintaxis (los muros articulados en sí mismos). Pero desprendidos de su contexto, son elementos insubstanciales. Pertenecen a la "forma del contenido", sólo ridícula e incongruente representación de un contenido extraño.

Tanto como la antinomia Wright-Le Corbusier, dañinamente auspiciada por una crítica también superficial y esteticista. Hace unas semanas analizábamos esta obra y estos hechos con nuestros alumnos de Teoría de la Arquitectura. No nos pareció absurdo imaginar en ese momento que el más auténtico Wright hubiera firmado gustoso esta obra lecorbusierana. ¿Acaso Corbu no admiraría la Casa de la Cascada?












*Revista A/mbiente Nº21 - Año 1 - agosto 1980. Fundación CEPA, La Plata - Argentina. Composición Ramos Americana Editora. Depósito Legal 11.723.

2 comentarios:

  1. Hola, podría tener el artículo completo por mail? florencias@gmail.com Gracias!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Florencia, te recomiendo escribir a la Fundación CEPA, quizás ellos lo tengan digitalizado: Fundación CEPA
      Saludos.
      Aldo

      Eliminar