Por Oliver Wainwright - para arq y the guardian 25/03/2013
Con motivo de la retrospectiva de su obra en el Museo de Diseño de Virta, Alemania, el autor de la nota revaloriza la figura de un creador que descreía de la relación entre la forma y la función. Su aporte a la disciplina.
Con motivo de la retrospectiva de su obra en el Museo de Diseño de Virta, Alemania, el autor de la nota revaloriza la figura de un creador que descreía de la relación entre la forma y la función. Su aporte a la disciplina.
Louis Kahn solía decir a sus alumnos: si alguna vez les falta inspiración, pidan consejo a sus materiales. “Uno le dice, ‘¿Qué quieres, ladrillo?’ y el ladrillo contesta: ‘Quiero una arcada.’ Entonces uno le dice: ‘Yo también, pero las arcadas son caras. Puedo usar un dintel de hormigón. ¿Qué te parece, ladrillo?’ El ladrillo dice: ‘Quiero una arcada.’”
Louis I. Kahn - Yale University Art Gallery 1953. Fuente: http://www.flickr.com/photos/minkewagenaar/5712788713/ |
Louis I. Kahn - Phillips Exeter Academy Library 1955. Fuente: http://www.flickr.com/photos/dhughto/4342571350/ |
La convicción de que los materiales tenían un obstinado sentido de su propio destino era una de las muchas excentricidades de ese peculiar arquitecto que murió de un infarto en un baño de la Penn Station de Nueva York en 1974. Pasaron cuatro días sin que nadie reclamara su cadáver, como detalló la película de su hijo Nathaniel, “Mi arquitecto”. Una nueva y vasta retrospectiva del trabajo de Kahn acaba de inaugurarse en el Museo de Diseño Vitra de la ciudad alemana de Weil am Rhein.
Louis I. Kahn - Yale University Art Gallery 1953. Fuente: http://www.flickr.com/photos/40353022@N05/4236452756/ |
Kahn, cuyas formas monumentales tienen la gravedad de antiguas ruinas, fue uno de los arquitectos más influyentes del siglo XX. Sin embargo, incluso después de la película, sigue siendo casi un desconocido.
Louis I. Kahn - Yale Center for British Art 1969-74. Fuente: http://www.flickr.com/photos/thom_mckenzie/3088701450/ |
“Sus declaraciones extrañas, casi religiosas, eran irritantes, tanto para mí como para mi generación”, dice el curador de la muestra, Stanislaus von Moos, un historiador del arte que ha escrito textos definitivos sobre Le Corbusier y Robert Venturi. “Es muy difícil de caracterizar. Siempre admiré su trabajo, pero lo encontré intimidante”.
Nacido en Estonia en 1901, este encantador de ladrillos judío estadounidense es famoso sobre todo por una serie de enormes complejos institucionales ubicados en lugares en extremo cálidos: los laboratorios del Instituto Salk en California, el Instituto de Administración de Ahmedabad, en India y la fortaleza de hormigón de la Asamblea Nacional de Dhaka, Bangladesh.
Louis I. Kahn - Salk Institute. Fuente: http://www.flickr.com/photos/dreamsjung/3021670626/ |
Para Kahn, la forma no necesariamente sigue a la función. Sus proyectos tampoco celebran todas las nuevas posibilidades de los materiales industriales. Sus edificios, creados a partir de una construcción monolítica y basados en geometrías primarias de grandes círculos, semicírculos y triángulos extraídos a las pesadas paredes, exudan una presencia atemporal y, en ocasiones, espiritual. Parecen restos abandonados de una futura civilización cósmica.
Louis I. Kahn - Salk Institute. Fuente: http://www.flickr.com/photos/dreamsjung/3021789689/ |
Mucho se ha hablado de la dimensión espiritual de Kahn, de su capacidad de canalización de los antiguos, pero esta exposición busca mostrar otros aspectos de su trabajo. El resultado es un vívido panorama de un hombre curioso y sus obsesiones –desde el planeamiento urbano utópico, hasta los descubrimientos científicos de estructuras moleculares–, todo lo cual cobra vida en sus textos personales breves y en su correspondencia.
La muestra comienza por ubicar a Kahn en el contexto de Filadelfia, adonde llegó como Leiser-Itze Schmulowsky, hijo de inmigrantes pobres. Muy corto de vista y con grandes cicatrices producto de quemaduras en el rostro, a muy temprana edad se sintió atraído por la arquitectura. Fue testigo de la completa remodelación de su ciudad, ocasión en la que Benjamin Franklin Parkway incorporó un eje de museos que atravesaba la planta urbana en diagonal.
Louis I. Kahn - Instituto Indio de Administración 1963 https://picasaweb.google.com/lh/photo/-2sg94rPSFEx6g95xBDDlA |
Vemos la Filadelfia de la década de 1950 como un laboratorio de urbanismo, lo que originó la visión de Kahn de la ciudad como una red de bulevares peatonales. Imaginó que podía prohibirse el tránsito de vehículos hasta un anillo de estacionamientos cilíndricos de múltiples pisos, cada uno de los cuales tendría las dimensiones de un coliseo, lo que anunció nuestra cultura contemporánea de parques y zonas peatonales. Las estructuras tienen un aire cristalino, de tecnología de avanzada, lo que revela la fascinación por las ciencias naturales y los comienzos de su búsqueda de orden geométrico.
Se trata de una obsesión que queda ejemplificada en su modelo para la City Hall Tower, una doble hélice espiralada basada en el descubrimiento del ADN en 1953 por parte de Francis Crick y James Watson. Era algo muy adelantado para la época y nunca se construyó, pero inspiraría las estructuras de torres arracimadas del movimiento metabolista japonés en las décadas de 1960 y 1970, así como la más reciente Torre Hearst triangulada de Nueva York de Norman Foster.
Louis I. Kahn - Instituto Indio de Administración 1963 http://www.flickr.com/photos/nichitecture/5735803344/ |
Nunca se esforzó mucho por congraciarse con los clientes, por lo que no fue sino hasta que tuvo cincuenta y pocos años que Kahn completó su primera gran construcción: la Galería de Arte cúbica de la Universidad de Yale. Para cuando llegó a los sesenta años, el hombre bajo de corbatas de moño flojas, que se peinaba hacia adelante para ocultar la calvicie, había alcanzado fama internacional con la construcción de los Richards Medical Laboratories en la Universidad de Pensilvania. Constaba de torres apiladas de laboratorios sin columnas, y fue el primero de sus proyectos que articuló la diferencia entre “espacios servidos y servidores”, los segundos de los cuales eran las escaleras, ductos de ventilación y otras redes de apoyo. Los albergó en estructuras aparte que parecían chimeneas y recordaban las torres de San Gimignano de Italia que había esbozado unos años antes.
Louis I. Kahn - Asamblea Nacional de Dhaka, Bangladesh http://arqmartinmotta.blogspot.com/2011/03/kahn-como-deidad-el-amar-y-la.html |
Esos enérgicos dibujos pastel representan templos en ruinas del mundo clásico, desde Corinto hasta Roma y de Luxor a Giza. Salpican la exposición, junto a postales que envió a su casa en las que Kahn escribió que había pasado largas horas observando el cambiante juego de luz en las piedras. Fueron esos viajes, que realizó en los años 50, los que lo llevaron a pensar que la esencia de la arquitectura sólo se revelaba del todo cuando alcanzaba el estado de ruina. Vacía ya de función, una construcción podía entonces hablar sólo de cómo se la había hecho. Esa idea llegó a definir su trabajo más importante, que completó en los siguientes veinte años.
Louis I. Kahn - Asamblea Nacional de Dhaka, Bangladesh http://www.flickr.com/photos/naq/385590139/ |
Kahn describiría sus obras en construcción como “ruinas al revés”. En Dhaka, eso le dio resultados especialmente buenos: cuenta la leyenda que, durante la guerra de liberación de Bangladesh en 1971, los bombarderos no tocaron el lugar donde se construía su Asamblea Nacional porque tomaron el misterioso complejo celular por las ruinas de un sitio histórico antiguo. Como destaca la muestra, sin embargo, las construcciones no tenían rastros de pretensión estética ni de regodeo fetichista en lo arcaico. Las paredes perforadas de las construcciones de Dhaka son una herramienta vital, dado que protegen los espacios interiores de la luz solar directa y permiten la ventilación. Como dice Von Moss: “Quisimos mostrar que, detrás de esa fachada de neoclasicismo y revival histórico, Kahn basó sus construcciones en la comprensión del entorno.” Kahn estaba arruinado cuando murió en ese baño a los setenta y tres años. Su pequeño estudio de Filadelfia tenía una deuda de 500.000 dólares. ¿Por qué nadie reclamó durante tantos días el cuerpo de un prestigioso arquitecto que dio al siglo XX algunos de sus edificios más fascinantes? Aparentemente, la dirección de su pasaporte se había borrado de forma misteriosa. Por suerte, como lo demuestra esta exposición, la fama de Kahn es más perdurable.
Louis I. Kahn - Asamblea Nacional de Dhaka, Bangladesh http://www.flickr.com/photos/naq/6117105120/ |
"Las construcciones no tenían rastros de pretensión estética ni de regodeo fetichista en lo arcaico. Las paredes perforadas de las construcciones de Dhaka son una herramienta vital, dado que protegen los espacios interiores de la luz solar directa y permiten la ventilación. Como dice Von Moss: “Quisimos mostrar que, detrás de esa fachada de neoclasicismo y revival histórico, Kahn basó sus construcciones en la comprensión del entorno.”
Louis I. Kahn - Asamblea Nacional de Dhaka, Bangladesh http://www.flickr.com/photos/naq/5611259278/ |
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