Playa "La Escondida", Cañete - Perú. 2007-2011
Por Aldo Facho Dede
Para la revista 30-60 Cuaderno Latinoamericano de Arquitectura. Nº35 "Multi-casas" - 2012
EL LABORATORIO DEL DESIERTO
¿Cómo proyectar en el desierto, en un paisaje tan absoluto y frágil a la vez? El desierto de la costa central peruana tiene cinco fuertes particularidades, la primera es la ausencia de lluvias, la segunda es la confortabilidad del clima (ni mucho calor ni mucho frio durante todo el año y vientos suaves), la tercera es un manto casi permanente de nubes que cubre la totalidad del cielo, la cuarta es la sucesión de ríos de montaña que forman verdes valles que interrumpen rítmicamente la aridez de su tierra, y la quinta es el ser una zona altamente sísmica. Este particular contexto fue entendido y explotado por las culturas originarias, quienes aprendieron a construir aprovechando este contexto, así como bien indica Jean Pierre han llegado hasta nuestros días complejos arquitectónicos como el de Puruchuco, Pachacamac, Tambo Colorado, etc . En todos estos casos la materialidad se consigue a partir de construir grandes muros modelados con tierra, que son acompañados de edificaciones ligeras de madera y caña para generar cubiertas y espacios de sombra.
Sandra y Jean Pierre se hacen de esta arquitectura y forma de leer el territorio y la reinterpretan como metodología para abordar sus proyectos en este entorno particular. De la casa “M” (2001) a la casa “Equis” (2003) hay un interesante salto evolutivo hacia la abstracción de las formas que componen los espacios. Los componentes se interpretan como vacíos de la edificación (ventanas), se mimetizan en los paños de tabiquería (puertas) o se convierten en elementos constructivos (barandas). El recorrido cobra dramática fuerza al ser el eje vertebrador de los espacios abiertos y cerrados, vinculando el ingreso por la zona alta con la salida a la contemplación del mar. El color se utiliza para caracterizar los espacios interiores, abiertos y cerrados. Hacia el exterior la casa toma la apariencia de una “cancha” , una construcción de tierra como las tantas que han colonizado el paisaje costeño.
Las casas “Vedoble” aunque se presentan como una triada, no fueron pensadas como un solo proyecto. La primera es la de la izquierda mirando desde el mar, la segunda y la tercera se proyectaron sabiendo que a la una le sucedería la otra, es por ello que ambas galerías que conduce a los dormitorios en primer piso (planta baja) se conectan. Como menciona Jean Pierre, el haberlas proyectado casi en simultáneo les permitió depurar soluciones arquitectónicas que les atribuyen pequeñas pero importantes variantes. Los autores explotan dos condicionantes específicas del proyecto, la primera es el peculiar contexto climático, y el segundo es el hecho de ser casas de playa, esto les permite radicalizar la solución que ya habían adoptado para la casa “Equis” mediante la cual ubican las dependencias de dormir en el primer piso (planta baja) y las sociales en el segundo piso (planta alta). Se proponen las segundas al aire libre, con la sola protección de una trama de caña que genera la sombra suficiente como para poder habitarlas en los meses de mayor calor. Entonces el modelo de casa–cancha se radicaliza, se maneja como un gran basamento de tierra que es vaciado para generar las circulaciones y los espacios de cobijo, y se utiliza como una gran plataforma seca para desde allí poder contemplar el mar.
Todo lo demás que pueda describir en esta breve nota ustedes lo pueden deducir al ver los planos y fotografías, como yo lo hice cuando vi por primera vez las casas; es mi deseo el poder comunicarles esa búsqueda que hace de estas edificaciones un pretexto para ahondarse en una profunda reflexión sobre el “dónde” y el “como” habitar .
Aldo Facho Dede, arquitecto
Aldo Facho Dede, arquitecto
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