CONCURSO DE IDEAS PARA LAS INTERVENCIONES EN EL PARQUE ARQUEOLÓGICO NACIONAL DE MACHUPICCHU
PRIMER PREMIOMichelle LLona, arquitecta
Equipo consultor: Rafael Zamora + Maria Alejandra Linares + Lucía Weilg
INTENSIONES DE INTERVENCIÓN
TRES TECHOS TRIANGULARES
TRES TECHOS TRIANGULARES
Los techos triangulares se asoman entre los árboles y guardan bajo la nave de la estructura de madera, los espacios públicos más importantes del museo de sitio. Bajo el primer techo, el auditorio, la cafetería y la tienda: bajo el segundo techo, la recepción, la boletería y las salas de exposición; bajo el tercer techo, las áreas sociales del área de residencias. Cada techo adquiere su forma en relación a las lluvias y a la dimensión del programa, y su posición en relación al suelo y las preexistencias.
Los zócalos donde apoyan estos techos contienen los espacios menores en dimensión pero con igual intensidad de uso que los públicos. Entre muros gruesos se protege a los que estudian y sirven al lugar. En el primer zócalo, la administración, los talleres de investigación, los depósitos de piezas y los servicios para el personal de trabajo; en el segundo zócalo, las habitaciones y los servicios comunes.
La ruta de ascenso a Machupicchu aparece en el primer instante, desde el cruce del río Vilcanota, para recibir y marcar el acceso a las ruinas. Este es el recorrido corto e introductorio al parque arqueológico; es una secuencia de situaciones espaciales interiores y exteriores, que vincula arquitectura y paisaje: acompaña la caminata hasta pasar en puente sobre la plaza principal, es recibido bajo uno de los techos triangulares, acogido en la boletería, conducido por la doble altura de las salas de exposición, continuando por una pasarela al aire libre, entre los arboles con vista al rio Vilcanota y en balcón sobre el orquideario, para finalmente dejar al turista en la plaza de subida donde nuevamente puede tomar el bus. En este punto parte también la ruta alternativa peatonal hasta las ruinas.
El suelo se redibuja optimizando los niveles existentes para distribuir tres plataformas lisas que enmarcan y acompañan los restos arqueológicos. El primer suelo establece la ruta de los vehículos, apartando las vías de las ruinas y delimitando el espacio para los tres techos que componen el conjunto. El segundo suelo es amplio y crea la plaza principal que acompaña y articula los andenes existentes habilitando una horizontal pública, y articula los volúmenes del área de recreación y el área de exposición del museo de sitio. El tercer suelo crea un piso nuevo sobre el andén más alto y más privado, donde se dispondrán las residencias y espacio para los trabajadores del parque arqueológico.
La pre-existencia es el paisaje, y solo éste se conserva, como escenografía geográfica e histórica y cultural. Los tres techos, los zócalos, la ruta y el suelo, acompañan y dejan espacio para que la pendiente, el río, los árboles y los restos arqueológicos sean parte del nuevo museo de sitio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario