El día 29 de diciembre, en una
ceremonia privada, la alcaldesa de Lima Susana Villarán presentó a la comunidad
el nuevo Plan de Desarrollo Urbano para la ciudad de Lima, proyectado al
2035. Para su desarrollo la ciudad ha
invertido en la contratación de un selecto equipo de profesionales nacionales y
extranjeros, que han trabajado durante casi dos años acompañados por
representantes de diferentes organismos públicos y privados. Ante el inminente cambio de gestión, se hanentregado simbólicamente los más de 3000 folios a toda la ciudadanía, subiéndosea la plataforma web del PLAM para su libre descarga, y se ha encomendado a los
organismos que acompañaron el proceso, su revisión y continuación, para poder a
la brevedad ser presentado y aprobado por el nuevo Consejo Municipal.
https://twitter.com/PLAM2035/status/549920334359851009/photo/1 |
El festejo por su culminación
está empañado por el fracaso de su no aprobación, evidentemente debió haberse
iniciado desde los primeros días de gestión para poder ser discutido y aprobado
antes del cambio. El PLAM ha sido
trabajado en base a fuertes premisas urbanas y sociales, que deberán ser validadas
por la nueva administración, caso contrario corre riesgo de ser archivado. Una ciudad de la magnitud y complejidad de
Lima, no puede seguir un día más sin un Plan de Desarrollo Urbano que enrumbe
su crecimiento y genere las directrices a partir de las cuales ordenar su
desarrollo; y esto no es sólo un tema de vialidad o de grandes infraestructuras
como se ha pensado las últimas décadas, es un proyecto a toda escala, que
empieza por poner orden y abordar la ciudad como un sistema complejo pero
integrado. Como ya lo hemos mencionado
en otros artículos, ¿de qué sirve proyectar un metro subterráneo o un monorriel
si nuestras calles y avenidas siguen invadidas por combis, cousters y taxis
informales? La solución no pasa por
incrementar carriles eliminando bermas arboladas y reduciendo veredas, la
solución empieza por el orden, que implica un evidente costo político, pero que
a corto plazo será el éxito de cualquier gestión. La administración de la Sra. Villarán
comprendió este reto, pero demoró demasiado en ponerlo en práctica, dejándonos soluciones
en proceso de implementación que tienen como gran debilidad la necesidad de
acompañamiento para su consolidación.
Para mencionar un solo caso, hace unos días ante el paro de los
inspectores de tránsito, las combis y cousters de Orión volvieron a copar el
corredor Azul, colapsando el tránsito.
¿Qué hará la siguiente administración, ratificará los corredores viales
o entrará en un proceso de “revisión” para mantener el negocio de las mafias
del transporte? Eso lo sabremos en
breve, pero sobre todo debemos saber que nuestra condición de Ciudadanos nos exige
una constante vigilancia y fiscalización de lo que suceda en nuestra ciudad, y
que el “roba pero hace obra” es el peor cáncer que puede sucederle a una
sociedad.
A continuación compartiré con
ustedes un extracto de la presentación institucional elaborada por Presidente del Comité Consultivo, el Arq. Javier Sota Nadal.
Aldo Facho Dede, arquitecto y
urbanista.
http://plam2035.gob.pe/proyectos-estructurales-del-plam-2035/ |
PRESENTACIÓN INSTITUCIONAL
Javier Sota Nadal, Presidente del
Comité Consultivo del PLAM
¿QUÉ ES UN PLAN?
El diccionario
de la lengua española consigna para plan, entre otras acepciones, tres palabras
reunidas en sintagma: Intento, proyecto, estructura. Precisamente en el espesor
integrado de los significados de estas palabras encontramos el propósito de un
plan, de cualquiera, en este caso del Plan Metropolitano Desarrollo Urbano de
Lima y Callao con un horizonte de planeamiento al 2035.
En efecto, este Plan es intento,
porque sus prescripciones son determinaciones de una voluntad racional
consensuada, técnica y políticamente, en orden a un fin, que no es otro que
guiar a Lima y el Callao hacia una vida urbana cualitativamente mejor que la
que ahora tiene.
Es proyecto, porque la intención
de guiarla hacia una mejor vida urbana debe ser representada en una perspectiva
tanto espacial como temporal.
Y, también, es estructura, por
que la intención y el proyecto se objetivan en la realidad territorial de los
tres valles de Lima, mediante una distribución y un orden que les confieren una
armadura general, haciéndolos sostenibles en el tiempo.
LA CIRCUNSTANCIA DE ESTE PLAN
El
presente PLAM es el cuarto que se propone dentro de la modernidad limeña. Los planes
precedentes se cumplieron sólo en parte. Juzgados por sus resultados, se puede
decir que no cumplieron con su cometido, si no la ciudad no estaría como está.
Sin embargo, no deben ni pueden atribuirse estos fracasos a la capacidad conceptual
y técnica de los que los elaboraron; sino a la indefensión del territorio
urbano por una legislación débil y permisiva que los poderes del Estado
admitieron para no enfrentarse al sistema informal que se consolidaba desde los
sesenta del siglo pasado destruyendo las razones de los planes. En otras
palabras, no hubo voluntad política ni fuerza legal para hacer cumplir los
planes.
Por lo anterior, es pertinente
alertar sobre el carácter estratégico y perentorio de este documento, si es que
seriamente se pretende salvar a la capital de República del colapso urbano al
que se aproxima y que se manifiesta de la siguiente manera:
1. Incapacidad del Estado y la
ciudad de dotar al 30% de los limeños de condiciones urbanas humanas.
2. Permisividad frente a la
informalidad que se ha instalado en la ciudad como sistema predominante de
expansión y funcionamiento, frente a la cual el Estado no tiene otra política
que dejar hacer y dejar pasar.
3. Irracional demarcación
territorial que segmenta la gobernanza de un continuo urbano en 49 distritos,
dos provincias y traza una línea imaginaria entre Lima y Callao, cuando el territorio
urbano es uno sólo.
4. El colapso de los sistemas
urbanos de agua, desagüe, de espacios públicos, salud, educación, industria,
movilidad urbana y transporte.
De lo anterior se desprende que
el presente PLAM, más allá de las calidades técnicas que posee, requiere y
demanda al Estado, en sus tres niveles, que recupere jurídica y fácticamente
para el Perú la capacidad perdida de hacer ciudad por culpa de los sistemas
informales que las destruyen.
QUÉ PERSIGUE EL PLAM
El plan
crea los instrumentos y condiciones para que Lima, a partir de visiones
compartidas con el Callao, se construya y reconstruya en lapso que media entre
2014-2035 como: a) una ciudad justa e incluyente, b) patrimonial y creativa, c)
sostenible, saludable y resiliente, d) compacta, e) integrada, f) poli
céntrica, g) competitiva y dinamizadora de un Perú proyectado al mundo. Para
ello, el PLAM sostiene que una condición “sine qua non” es empoderarlo para que
pueda ejercer dominio normativo real sobre el territorio en el que la ciudad se
asienta.
Los resultados generales del PLAM
se sintetizan en un conjunto de prescripciones que abarcan toda la estructura
de la ciudad en términos de usos, densidades, funciones, espacios públicos,
movilidad urbana, sistemas urbanos y una cartera de proyectos de inversión
mayor a los 100, 000 millones de soles.
CÓMO SE HA ELABORADO
La
elaboración del PLAM ha seguido una ruta técnica a la vez que democrática, en
el sentido que ha seguido una metodología en la que la visión de los actores
sociales ha sido convocada dentro de una matriz técnica, matriz que está en la
frontera del arte del conocimiento urbanístico contemporáneo.
En efecto, partiendo de los ejes
estratégicos de los Planes de Desarrollo Concertado de Lima y el Callao que se aprobaron
después de un proceso amplio de consultas, se establecieron nueve ejes
estratégicos para guiar el Plan. Paralelamente se organizó la data geo
referenciada que el Estado posee sobre el ámbito territorial de la provincia de
Lima y se mapeó la data urbana específica requerida para retratar la ciudad. A
partir de esa información de base, se procedió con operaciones técnicas a
elaborar un diagnóstico y, después, con el concurso de equipos técnicos
nacionales con asesoría externa nacional y extranjera se elaboró la
caracterización de ciudad, los lineamientos de intervención, las propuestas de
ordenamiento territorial y urbanístico y, dentro de estos, proyectos urbanos
específicos que, procesalmente, darán al 2035 sentido y orden urbano a nuestra
Lima.
Finalmente estimo conveniente
enunciar cuatro consideraciones para apreciar el documento que se presenta:
1. En este PLAM se ha superado el
concepto tradicional de “corto, mediano y largo plazo” en el sentido de afirmar
que todo Plan es continuo en el tiempo y que, en la vida real de la ciudad, el
largo plazo comienza hoy día y no en un mañana utópico. De ahí que la Municipalidad
ya haya aprobado algunos proyectos especiales como el de ordenamiento del
distrito de Lurín.
2. La metodología del PLAM desde
su inicio rompió los muros de “gabinete técnico” que suelen encerrar en mera
teoría sus propuestas. Desde el inicio se consultó a los actores directos:
Estado, sociedad civil y empresa privada.
3. El PLAM abarca con
prescripciones urbanísticas toda el área territorial de la provincia, sin dejar
espacio alguno que no sea definido racionalmente, bien sea como vivienda, comercio,
industria, recreación, transporte, litoral marino, ríos y áreas de reserva
natural, con la finalidad que la informalidad no los deprede.
4. El PLAM gravita para su éxito
en dos componentes generales consustanciados, que deben convivir estrechamente:
los trazos sobre el territorio que propone y la legislación pertinente que los
realice y los haga sostenibles en el tiempo.
http://www.larepublica.pe/24-05-2014/lurin-sera-ciudad-ecoindustrial-de-lima-gracias-a-plam-2035 |
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