Extracto de la entrevista que le hizo la periodista Anatxu Zabalbeascoa para diario El País (España) al arquitecto Carlos Ferrater el 06-09-2003.
Si desean revisar el texto completo pueden acceder mediante el siguiente vínculo:
http://www.elpais.com/articulo/arte/riesgo/base/trabajo/elpepuculbab/20030906elpbabart_8/Tes
PREGUNTA. En los últimos proyectos, y a partir del jardín botánico de Barcelona, su obra ha sufrido una transformación de escala, de ubicación y hasta de línea estética. Muchos de sus trabajos actuales responden a una idea más orgánica que funcional. ¿A qué obedecen estos cambios?
RESPUESTA. En los últimos años hemos organizado el estudio como un laboratorio. Cuando investigas te das cuenta de que las cuestiones de lenguaje cada vez te interesan menos frente a otros temas como la luz como materia prima o la condición social de la arquitectura, esto es: la repercusión social de un programa en el paisaje. Cuando tienes un laboratorio y te presentas a concursos, cada proyecto es una experiencia. Y eso afecta a lo que haces. Más que solucionar programas nos dedicamos a abrir nuevas vías de expresión. Cuando uno sabe ya cómo organizar un edificio, cómo utilizar las tecnologías y tiene otra serie de conocimientos que da la experiencia, puede lanzarse a buscar formas de expresión más contemporáneas.
/.../
P. ¿Y por qué línea decidió apostar?
R. Cuando digo investigar quiero decir partir de cero. Yo soy partidario de que la teoría venga después de la práctica, como una consecuencia. Lo contrario es muy peligroso. Cuando la teoría precede a la práctica es fácil caer en dogmatismos.
P. ¿No es arriesgado partir de cero teniendo una carrera asentada como la suya?
R. Claro que es un riesgo. Pero yo creo que el riesgo es la base del trabajo de un arquitecto. Los mejores proyectos que conozco son aquellos que han estado a punto de caer en el desastre. Hay que asumir riesgos si quieres avanzar. Hablo de riesgo intelectual, no de riesgo físico. Utilizar materiales más allá de sus posibilidades es peligroso. Eso puede producir imágenes impactantes, pero no verdadera arquitectura. Los edificios han de durar.
/.../
P. ¿Y eso, el contenido, es responsabilidad del arquitecto?
R. Para mí, el proyecto está en la estructura profunda, en lo oculto. Me niego a aceptar una condición epidérmica en la que el arquitecto sólo haga contenedores. Un edificio me interesa por dentro y por fuera. La piel, que es una cuestión muy contemporánea, es importante, pero sólo es eso, una piel, algo superficial.
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http://www.elpais.com/articulo/arte/riesgo/base/trabajo/elpepuculbab/20030906elpbabart_8/Tes
PREGUNTA. En los últimos proyectos, y a partir del jardín botánico de Barcelona, su obra ha sufrido una transformación de escala, de ubicación y hasta de línea estética. Muchos de sus trabajos actuales responden a una idea más orgánica que funcional. ¿A qué obedecen estos cambios?
RESPUESTA. En los últimos años hemos organizado el estudio como un laboratorio. Cuando investigas te das cuenta de que las cuestiones de lenguaje cada vez te interesan menos frente a otros temas como la luz como materia prima o la condición social de la arquitectura, esto es: la repercusión social de un programa en el paisaje. Cuando tienes un laboratorio y te presentas a concursos, cada proyecto es una experiencia. Y eso afecta a lo que haces. Más que solucionar programas nos dedicamos a abrir nuevas vías de expresión. Cuando uno sabe ya cómo organizar un edificio, cómo utilizar las tecnologías y tiene otra serie de conocimientos que da la experiencia, puede lanzarse a buscar formas de expresión más contemporáneas.
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P. ¿Y por qué línea decidió apostar?
R. Cuando digo investigar quiero decir partir de cero. Yo soy partidario de que la teoría venga después de la práctica, como una consecuencia. Lo contrario es muy peligroso. Cuando la teoría precede a la práctica es fácil caer en dogmatismos.
P. ¿No es arriesgado partir de cero teniendo una carrera asentada como la suya?
R. Claro que es un riesgo. Pero yo creo que el riesgo es la base del trabajo de un arquitecto. Los mejores proyectos que conozco son aquellos que han estado a punto de caer en el desastre. Hay que asumir riesgos si quieres avanzar. Hablo de riesgo intelectual, no de riesgo físico. Utilizar materiales más allá de sus posibilidades es peligroso. Eso puede producir imágenes impactantes, pero no verdadera arquitectura. Los edificios han de durar.
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P. ¿Y eso, el contenido, es responsabilidad del arquitecto?
R. Para mí, el proyecto está en la estructura profunda, en lo oculto. Me niego a aceptar una condición epidérmica en la que el arquitecto sólo haga contenedores. Un edificio me interesa por dentro y por fuera. La piel, que es una cuestión muy contemporánea, es importante, pero sólo es eso, una piel, algo superficial.
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