27 de febrero de 2013

ENTREVISTA A ALBERTO CAMPO BAEZA

Por Inés Moisset 


 





















Nace en Valladolid, España. Es Catedrático de Proyectos de la Escuela de Arquitectura de Madrid desde 1986 y ha sido profesor en Zurich, Dublín, Nápoles, Virginia, Copenhague, Lausanne, Filadelfia. Su obra es reconocida mundialmente. Ganador de numerosos premios, concursos y distinciones. Entre sus obras más conocidas destacan el Ayuntamiento de Fene (1980), los colegios de San Fermín en Madrid (1985) y Drago en Cádiz (1992), el Centro BIT en Mallorca (1998), la Plaza de la Catedral y edificio de oficinas en Almería (2001) y la sede central de la Editorial SM en Madrid (2003). Son muy conocidas y representativas algunas de sus viviendas como las casas Turégano, García Marcos y De Blas, todas en Madrid, y la casa Gaspar en Cádiz.

 
"Entre Catedrales" - Cádiz, España.  fuente: http://www.flickr.com/photos/campobaeza/





















Estamos en su estudio, un piso magnífico de la parte antigua de Madrid. Una mesa gigante cubierta de pequeñas maquetas y en la otra sala, las computadoras donde están los colaboradores provenientes de todo el mundo. Un espacio tranquilo y de luz tenue.

I.M.: Dentro de la totalidad de tu excelente obra queríamos hablar especialmente de la casa. En tus casas aparece como arquetipo la casa patio que es también un modelo muy frecuente en América Latina. Y queríamos hacer entrar en diálogo estas líneas comunes y hablar de la idea de la casa, el habitar y el cobijo… 
A.C.B.: Te diría primero que agradezco mucho a las casas que me han dado la oportunidad de poder estar en el debate arquitectónico. Pero te diría que las casas, siendo fundamentales, las hace uno, como una pieza más dentro de la idea que tiene uno de la arquitectura. Evidentemente existen arquitectos que desprecian las casas. Incluso ahora, si cogiera los arquitectos que están en el star system yo te diré que no hay ninguno que quiera hacer una casa.


"te diría que las casas, siendo fundamentales, las hace uno, como una pieza más dentro de la idea que tiene uno de la arquitectura."

Casa Rufo, fuente: http://www.flickr.com/photos/campobaeza/

























I.M.: ¿O que sepa?
A.C.B.: (risas) bueno, yo ahí lo respetaría. Pero te diría que no quisiera hacer una casa. Pues pensando esas maquetitas grises que ves ahí y que hay por ahí muchas más. Hay veinte o treinta maquetas de una casa en Toledo que es pequeñita de 150 m2 para un médico, que no tiene mucho dinero. Yo la única exigencia que pongo es libertad a la hora de proyectar, evidentemente recibiendo un programa en un sitio concreto, con todos los datos, no para hacer un capricho, sino para resolver un problema, para plantear un tema. Pero que alguien podría decir: este señor está loco, porque para una casa dedica un tiempo fuera de lo normal.

No sólo hago casas, sino hago otras cosas, pero evidentemente la casa es un tema central de la arquitectura.  Uno puede recorrer la historia de la arquitectura y la casa es un elemento central. No voy a hablar de la Villa Rotonda porque es obvio o de la Farnsworth… Aunque Mies ha dado muchas cosas importantes y muy grandes, al final a Mies se le podría resumir en una casa. O Le Corbusier habiendo tocado todos los temas de una manera magistral al final uno puede decir que la Ville Saboye es también una especie de crisol donde todo se resume. Alguien hace poquito tiempo, para atacarme (y está bien que le ataquen a uno, es una cosa sana) me decía que yo en lugar de casas hacía arquetipos. Lo hacía para atacarme pero yo pienso que es un piropo. A mí claro que me gusta que me digan que hago arquetipos. No soy una modista que hace un trajecito para una señora que quiere una florecita, un pliegue, una sisa. Estoy haciendo un traje con vocación de universalidad. Cuando uno hace una casa está intentando responder con una respuesta universal a un problema que también es universal. Que aunque sea para una persona concreta se procura hacerla feliz, responderle muy muy bien. Que en esa casa esté muy a gusto, pero a la vez con una respuesta que sea mejor que lo que ellos piden. Ese es el intento mío en las casas.

I.M.: Y ¿cómo es la relación de los clientes con la casa?
A.C.B.: En general bien, porque el que me pide un proyecto sabe de que se trata y cuando veo un cliente que no se encuentra me retiro. También ha sucedido que en algún caso, después de ocuparla han realizado operaciones drásticas, han pintado los muros de color, han redondeado algún ángulo para ganar más espacio de verde. Fui a visitar una casa con unos japoneses y la señora me abrió la puerta con cara de horror. Pero en general disfrutan de la casa. También debo confesar que el hecho de estar publicadas las casas, da cierta tranquilidad a los clientes.


"Cuando uno hace una casa está intentando responder con una respuesta universal a un problema que también es universal. Que aunque sea para una persona concreta se procura hacerla feliz, responderle muy muy bien. Que en esa casa esté muy a gusto, pero a la vez con una respuesta que sea mejor que lo que ellos piden."
 
Casa Blas, fuente: http://www.flickr.com/photos/campobaeza/

























Casa Blas, fuente: http://www.flickr.com/photos/campobaeza/

 





























I.M.: ¿Esta búsqueda de universalidad que planteás se traduce en tipos arquitectónicos?
A.C.B.: Alguien me decía, intentando analizar lo que había hecho, "Alberto: has hecho tres casas nada más, aunque hayas hecho ocho, diez, doce, al final son tres casas".

Una casa patio abierta al cielo, cerrada a un entorno inmediato que no es agradable. Otra casa que está en la cima de una colina con paisaje de un horizonte lejano. Y otra casa con una conjunción de espacios, con una conexión de dobles espacios, creando espacios diagonales que pueden interesar, y con un entorno que es grato pero tampoco es algo extraordinario.

La casa patio es una casa que atrapa al cielo, que se abre al cielo. No son prisiones. Son el hortus conclusus, es un huerto encerrado. No es una frase añadida sino que aquello es real.

Dentro del segundo grupo está la casa de Blas, una operación muy sencilla que evidentemente no tiene que ver con las casitas que hay alrededor que son repugnantes hablando claramente. Está encima de una colina y tienes un horizonte lejano con unas montañas. Lo que haces es crear un belvedere, haces una plataforma para ver el paisaje maravilloso. Esa plataforma para consolidarla necesitas construir un podio. En ese podio adentro lógicamente pones las habitaciones de la "vida animal" más cerradas. Y arriba sobre el podio te pones a mirar y a pensar. Y como hace falta cubrirse porque hay lluvia y hay nieve haces la cubierta. Y como hace frío pones la caja de cristal. Evidentemente para esto que parece tan fácil, se deben acordar esos ingredientes con las proporciones.

La casa Gaspar y la casa Guerrero pertenecen a la tercera familia. Son casas muy sencillas con patio adelante y patio atrás. Que tampoco son tan originales son interpretaciones porque es claro que en este caso hay una admiración y una devoción en el caso mío por Barragán.


"Una casa patio abierta al cielo, cerrada a un entorno inmediato que no es agradable. Otra casa que está en la cima de una colina con paisaje de un horizonte lejano. Y otra casa con una conjunción de espacios"

Casa Guerrero, fuente: http://www.flickr.com/photos/97175850@N00/

Casa Guerrero, fuente: http://www.flickr.com/photos/97175850@N00/

Casa Guerrero, fuente: http://www.flickr.com/photos/97175850@N00/


 





























 





























 
























I.M.: ¿Qué aprendiste de Luis Barragán?
A.C.B.: Con Barragán tengo una anécdota muy bonita. Cuando en los años setenta y tantos era profesor jovencito y agresivo y me traje aquí a Madrid a Tadao Ando para hacer su primera conferencia en Europa, a Richard Meier, cuando estaba en la cima de la gloria, o a Peter Eisenman, para coronar aquellas sesiones intenté traer a Barragán. Le escribí y me contestó con una carta muy bonita donde decía que le gustaría volver a España. El había estado ya en España, en la Alhambra, en todas las ciudades que él cuenta preciosas. Pero que no podía venir porque se estaba preparando a bien morir, cosa muy emocionante.

Me habían editado, porque me habían hecho una exposición, un catálogo grande muy espectacular y con toda la vanidad del mundo, por la edad, se lo mandé con unas letras de respuesta muy ardientes. Y después me han dicho y cuando vaya a México tengo que ir a la casa de Barragán, porque en su casa, que se conserva como si estuviera él, ahí, encima del ambón que está en el cuarto de estar, está abierto el panfleto mío.

A Barragán le adoro, pero no es tanto copiar a Barragán, aunque me puedo inspirar en ciertos momentos, como traducir arquitecturas vernáculas, en este caso andaluzas. En Andalucía es típico casas con patio adelante y patio atrás. En el caso mío las radicalizo, el patio se queda enteramente cerrado pero al final creo que son arquetipos. En la Gaspar puede haber una dimensión más pequeña, en la Guerrero una dimensión mayor pero al final la operación es la misma.

I.M.: ¿Cómo es el proceso de diseño?
A.C.B.: Con mis alumnos hablo mucho de cocina, y eso que cocino fatal, pero si pones los ingredientes en la cantidad precisa, con la temperatura precisa, el tiempo preciso es lo que hace que el plato sea exquisito o que el mismo plato no valga nada. Y en la casa de Blas por ejemplo los ingredientes están muy estudiados. Se hicieron montones de maquetas porque creo que es la forma de confirmar en las tres dimensiones de manera global las operaciones espaciales, que primero nacen en la cabeza, luego tienes que traducirlas en pequeños dibujos, luego con unas dimensiones concretas. Después hay que confirmar las alzadas, puestas no tanto en un render o un dibujo plano como en las tres dimensiones. ¿Es tan diferente una maqueta de otra? No, pero evidentemente se va ajustando y ajustando como un plato de cocina. Y uno dice por qué a ese plato de cocina ese cocinero o mi abuela lo hacen tan bien. Porque saben exactamente los ingredientes precisos y los tiempos precisos, que no se hacen en un momento sino que es un tiempo de experiencia.
La casa de Blas es un belvedere que mira hacia un horizonte lejano y no es más que eso. La casa que estamos haciendo en Nueva York, es también lo mismo. La casa tiene otras dimensiones. La estructura, en lugar de estar al borde, está metida. Los voladizos son grandes. Cambian algunos ingredientes y cambian algunos tiempos y algunas dimensiones, sin embargo la operación central es muy parecida, se responde al mismo arquetipo: casa situada en lo alto de una colina frente a un paisaje con horizonte lejano.

 
"A Barragán le adoro, pero no es tanto copiar a Barragán, aunque me puedo inspirar en ciertos momentos, como traducir arquitecturas vernáculas, en este caso andaluzas."

Casa Gaspar, fuente: http://www.flickr.com/photos/campobaeza/

Casa Gaspar, fuente: http://www.flickr.com/photos/campobaeza/





























































I.M.: Siempre hay también una carga de contenidos relacionados a la historia de la arquitectura…
A.C.B.: En la casa Turégano y en la casa Asencio acuerdan los espacios de manera muy clara, con operaciones conocidísimas que hemos aprendido todos de Kahn: espacios servidores, espacios servidos. Los servidores en la parte de atrás hacia el norte, los servidos, mayores de dimensión hacia el sur. Y tienes dobles alturas conectadas, tomado de Le Corbusier. Uno no se inventa nada, no porque uno no sea original, sino porque la historia de la arquitectura está siempre detrás, y la memoria es necesaria.

Pues a mí me parece que es más que respetable, y yo le tengo una gran admiración a un arquitecto muy controvertido que es Koolhaas. Creo que el secreto de las obras de Koolhaas es que son reelaboración de temas de Le Corbusier. No se trata de copiar a Le Corbusier, ni de reelaborarlo solamente. No se trata de coger tipos y hacer un tipo, sino de mejorar. Doy una vuelta de tuerca más y voy adelante.

I.M.: Hay una reflexión teórica fuerte por detrás de la práctica…A.C.B.: Intento convencer a los alumnos y que es uno de los secretos claros: los temas teóricos no van por un lado y los temas prácticos van por otro. Hay alguno que dice: a este arquitecto no le interesa para nada la teoría sino la práctica. Y otro dice: yo soy un teórico y no me mancho. Creo que lo precioso de esta profesión, que es una labor creadora, es que se conjuga las dos cosas cuando esos temas teóricos más profundos se logran materializar, y se logran porque es claro que se puede. Porque no es una operación imposible. Creo que la belleza de la arquitectura es poder traducir estos temas de una manera material.

Hay una imagen muy bonita que utiliza Saramago en su libro La Caverna, donde no habla específicamente de la arquitectura pero que sirve para la arquitectura. Dice que los creadores tenemos cerebros en la punta de los dedos.
¡Qué bonito! La próxima recopilación de textos, que estoy terminando se llama Pensar con las Manos, que es una manera de traducir lo que estoy diciendo.

"No se trata de copiar a Le Corbusier, ni de reelaborarlo solamente. No se trata de coger tipos y hacer un tipo, sino de mejorar. Doy una vuelta de tuerca más y voy adelante."

Casa Turégano, fuente: http://www.flickr.com/photos/campobaeza/

Casa Turégano, fuente: http://www.flickr.com/photos/campobaeza/

 








































































I.M.: Decías que la Ville Saboye resume los temas de Le Corbusier ¿Cuáles serían los tuyos? 
A.C.B.: No se trata de imponer unos temas para añadir o para adornar la operación, sino que están latentes. Por ejemplo Gotfried Semper habla de las operaciones tectónicas y estereotómicas. Lo estereotómico ligado a la tierra y la cueva y lo tectónico, lo construido con elementos articulados, la cabaña. Bueno, he hecho una cueva y una cabaña. También la luz y la gravedad, son esenciales y que los manifiesto en mi libro La idea construida.

I.M.: Tienen que ver con una claridad en la intención y la manifestación… 
A.C.B.: A mí me gusta hablar de Precisión. La arquitectura es muy precisa como en la poesía: dos terminaciones muy precisas y además con las palabras muy sencillas, pero puestas de tal manera que hacen clac. Algunos dicen que la poesía es sentimental. No, no, a usted le mueve el corazón pero con una precisión absoluta. No es intuición, es la misma precisión que tiene un cirujano cuando va a hacer una operación y sabe dónde tiene que cortar y no corta más allá. No es tanto la cosa pasional sino el convencimiento que da la claridad.

"Entiendo que las casas son momentos muy precisos."



Casa Asencio, fuente: http://www.flickr.com/photos/campobaeza/

Casa Asencio, fuente: http://www.flickr.com/photos/campobaeza/

Casa Asencio, fuente: http://www.flickr.com/photos/campobaeza/



25 de febrero de 2013

MASTER PLAN MUNCH AREA - OSLO

Herreros Arquitectos
Juan Herreros, arquitecto principal
Bjørvika, Oslo - Noruega. 2011
 
Espacio Público, Equipamientos, Vivendas, Oficinas, Áreas Comerciales y Museo
    
Colaboradores: Jens Richter, director
Carmen Antón, Paola Simone, Gonzalo Rivas, Spencer Leaf























Munch Area es un proyecto urbano que ocupa la península de Bjorvika flanqueada por el río Akerselva, uno de los seven commons que jalonan el ambicioso programa del Harbour Promenade que abrirá la ciudad de Oslo al fiordo una vez liberado su litoral del bloqueo que durante siglos constituyó el puerto y sus astilleros. El futuro Museo Munch es el protagonista del conjunto pero no conviene olvidar que estamos operando con un fragmento completo de ciudad, con viviendas, oficinas, servicios, actividad comercial y, sobre todo, una cantidad notable de espacio público cedido a los ciudadanos. 
 
Nos gusta describirlo como una intervención comprometidamente contextual: orientada de manera diferente a los cuatro puntos cardinales -al norte a la ciudad, al sur al fiordo, al este a la colina Ekeberg y el barrio de Bispekaia, y al oeste a la Opera y al centro histórico- que se describe como una sucesión de lugares que ofrecen personalidades diferentes –programas diferentes, árboles diferentes, ambientes diferentes- a los que hemos nombrado intencionadamente: Library Plaza –bulliciosa y urbana-, Bispekaia Plaza –con el mercado del barrio-, Canal Walk –con sus restaurantes y plataformas junto al río-, Munch Plaza –antesala del vestíbulo-, Museum Island –con su programa de intervenciones artísticas-, Beach Area –que continúa las cubiertas de la ópera en una playa artificial-y Leisure Island –para el silencio y la contemplación-. Con ello y la intencionada volumetría del Museo y el resto de los edificios, este pequeño barrio negocia las diferentes escalas de importantes piezas urbanas hoy desconectadas –el río, la colina, el proyecto Bar Code de MVRDV, la ópera de Snohetta, la futura biblioteca Daichman, los nuevos barrios en construcción, el fiordo, etc.- buscando la permeabilidad este-oeste y ofreciendo una colección diversa de tipologías híbridas y programas que cubren todo el espectro de edades que apuesta por una ciudad contemporánea, productiva, habitable y visitable a partes iguales.




MASTER PLAN

  
























El programa urbano se distribuye en bloques paralelos a la costa de programa híbrido que ascienden en altura según se alejan de ella y se deslizan unos sobre otros a la búsqueda de las vistas y el sol. Se apoyan sobre pódiums que reproducen las manzanas originales adquiriendo a nivel de la calle una configuración muy urbana en contraste con la permeabilidad y carácter aéreo de los pisos superiores.


























EL MUSEO





















El Museo se ubica fuera del espacio de influencia de la ópera y allí elige un formato vertical para completar por contraste la silueta del espacio público en que se han convertido sus cubiertas estableciendo un diálogo abierto y visible con la geografía de la ciudad y sus acontecimientos topográficos y para crear un landmark que sea junto con la ópera la identificación de la ciudad en el futuro. El Munch es vertical también en la idea de hacer que la visita al museo sea al mismo tiempo un diálogo con la ciudad, un proceso de descubrimiento, sintonía y aprendizaje de la historia (pasado, presente y futuro) de Oslo mediante el ejercicio dinámico de percepción que va elevando la línea del horizonte según se asciende.
































 LAS VIVIENDAS



 
 





NOMBRE COMPLETO DEL PROYECTO
Master Plan “Munch Area” en Bjorvika, Oslo - Noruega
Espacio público, equipamientos, vivendas, oficinas, areas comerciales y museo

AUTOR DEL PROYECTO
Juan Herreros Guerra

COLABORADORES
Director, Jens Richter
Colaboradores, Carmen Antón, Paola Simone, Gonzalo Rivas, Spencer Leaf
Arquitecto Local, LPO Arkitekter

Arqueología, Norsk Maritimt Museum
Niños, Civitas AS
Vida Urbana, Civitas AS, HAV E
Comercio, NCM Development AS
Estudios económicos, Bygganalyse AS
Clima y viento, Bjorbekk & Lindheim landskapsarkitekter AS
Calidad atmosférica, Civitas AS, Nilu
Sostenibilidad, Civitas AS, KanEnergi AS, Context AS
Tráfico, Sweco Norge AS, Norsam AS
 
CLIENTE: HAV Eiendom AS
 
Superficie construida: 50.200 m2

21 de febrero de 2013

EL CEMENTERIO DEL BOSQUE

Erik Gunnar Asplund + Sigurd Lewerentz
Enskede, Estocolmo - Suecia. 1915

Por Carlos Candía para HABITAR


Foto: Sandro Maggi / Silvia Checo





























La Capilla de la Sagrada Cruz y el complejo del Crematorio
Carlos Candia


En 1915 se realiza un concurso para proyectar un cementerio en Enskede, un extenso bosque natural al sur de Estocolmo. Eric Gunnar Asplund y Sigurd Lewerentz lo ganan proponiendo conservar la foresta existente, superponiéndole un sistema de caminos y senderos que vinculan varios puntos singulares que construyen un relato. Asplund y Lewerentz indagan en las tradiciones escandinavas y cristianas logrando una ajustada síntesis entre ambas. Para ello trabajan con elementos que tienen connotaciones simbólicas para las dos culturas: el árbol, el agua y la montaña.

El árbol
El bosque como espacio sagrado, lugar de rituales, ofrendas y sacrificios, se vincula con los diversos significados que toma la figura del árbol: es el nexo entre el mundo subterráneo, la tierra y el cielo (el mundo de los Muertos, el mundo del Hombre, el mundo de los Dioses) tanto en la mitología escandinava como en la judeo-cristiana. Llamado Yggdrasil por los antiguos pueblos nórdicos, el árbol cósmico es un fresno que hunde sus raíces hasta el centro de la tierra, donde se encuentra el infierno; y alza sus ramas hasta el mismísimo cielo, cubriendo el Palacio de los Dioses, cerca del Valhalla.

Por otro lado, el árbol de la vida es un símbolo frecuente en el arte románico y es nombrado en el Zohar hebreo, donde se dice que “…se extiende desde lo alto hacia abajo y el sol lo ilumina enteramente”. Por último, de un árbol se desprende el fruto (el conocimiento) que provocó la caída del Paraíso de Adán y Eva en el Antiguo Testamento. También es el madero de la cruz de Cristo para el cristianismo.

Debido a su condición de elemento vertical, al árbol se lo asocia a la escalera o a la montaña; incluso esta característica lo vincula a la idea de eje del mundo. Del tronco del árbol se desprende la columna, elemento que tiene un protagonismo central las capillas que jalonan el cementerio.

El agua
Aparece como dadora de vida en las leyendas nórdicas y como medio de purificación e iniciación a los misterios de la fe en el bautismo cristiano. El bautismo está simbólicamente asociado a “…la muerte, la vida, el entierro y a la resurrección”, según San Juan Crisóstomo. En contraposición al carácter masculino (vertical - fálico) del árbol, el agua, asociada a las superficies horizontales, se vincula con la figura de la mujer, con el origen de la vida. También, debido a sus cambios estacionales, señala el paso del tiempo.

La montaña
En las culturas más antiguas la montaña aparece como lugar doblemente sagrado: su base como sitio de enterramiento y su cima como lugar donde erigir los templos que harían las veces de nexo entre el Hombre y sus Dioses. Las montañas han sido desde tiempos remotos lugares de culto: desde los espacios sagrados en culturas más primitivas a la morada de los Dioses en la

Grecia clásica (el monte Olimpo, la Acrópolis de Atenas). Las pirámides en Egipto y en Centroamérica, los zigurats en Mesopotamia y las stupas indias son “montañas artificiales” para acercarse a los dioses. En este mismo sentido, las tumbas bajo colinas artificiales (túmulos) tienen una larga tradición en las culturas germanas.

Las capillas y el atrio
El complejo del Crematorio, realizado por Asplund en sus últimos años (1935/40), está formado por varios edificios sutilmente relacionados que se encuentran al pie de una colina artificial y a un lado de un pequeño estanque: dos capillas menores, la capilla mayor, el crematorio y un gran atrio porticado.

Como en muchas obras de Asplund, la forma de aproximarse al edificio es un tema en sí mismo: se llega a pie por un sendero ascendente de lajas de granito como una vía romana, unos muros bajos y unos pequeños patios nos reciben y articulan la presencia de los edificios con la pradera desnuda, al pie de la colina de la arboleda del recuerdo. El atrio funciona como foco para el caminante y una cruz de granito, único símbolo cristiano claramente visible, nos escolta por uno de los lados.

La planta revela una estudiada secuencia de patios, senderos, muros bajos y jardines. Finalmente, un gran espacio cubierto, el atrio techado que antecede a la capilla mayor, el punto de reunión de los deudos. Los edificios se unifican mediante un revestimiento en piedra. Su silueta predominantemente horizontal se equilibra con los elementos verticales como las chimeneas del crematorio y los troncos de los árboles.

El atrio es totalmente autónomo y se encuentra físicamente desvinculado de la nave de la capilla. Esta autonomía se ve reforzada porque su superficie duplica a la del espacio cerrado. Podemos decir que estamos en presencia de una pequeña plaza techada.

El perímetro del atrio recuerda a un templo clásico, pero la sección de las columnas es cuadrada y no hay rastros de basamentos, capiteles o ninguno de los elementos que componen los sistemas clásicos. Las columnas y las vigas forman un todo, haciendo explícita la naturaleza abstracta de la estructura. El uso del sistema porticado le resta autonomía a las columnas y desdibuja sin suprimir la relación de este espacio con el bosque. Pevsner revela algunas coincidencias entre el espacio del atrio y el proyecto del Danteum de Giuseppe Terragni, donde la conjugación entre clasicismo y purismo alcanza un alto grado de refinamiento.

En contraste con el carácter moderno pero atemporal del perímetro porticado, la estructura vista de la techumbre en madera le da cierto aire arcaico que refiere a las construcciones escandinavas tradicionales, pero en un gesto de síntesis entre tradiciones, el techo funciona como el impluvium de las casas romanas: la cubierta, sostenida por los pórticos revestidos en piedra, se inclina hacia adentro y deja caer el agua de la lluvia o la nieve por el espacio central abierto. El agua, dadora de vida, mensajera del paso del tiempo, salpica el piso levemente curvo y discurre hacia el perímetro, como en el óculo del Panteón romano. También se establece un diálogo entre las columnas del espacio central del atrio y la próxima arboleda del recuerdo que corona la colina vecina. Ambos espacios de diversa naturaleza se complementan ajustadamente.

En la Capilla de la Sagrada Cruz, la envolvente conforma una suerte de curva uterina trazada tal grado de libertad tal que podríamos decir que en planta y en corte, estructura y espacio se funden en uno solo de manera orgánica. La forma de útero de la planta de la Capilla refiere al origen de la vida y a la resurrección.

El espacio sagrado
Las referencias formales que había en el atrio de la capilla de la Resurrección de Lewerentz e incluso en la pequeña Capilla del Árbol de Asplund (las otras capillas del cementerio) en este templo han sido dejadas de lado para construir un espacio cuya calidad, trabajada a partir de la luz, los materiales, las proporciones y las texturas, evoca lo sagrado de un modo más complejo, menos evidente. El espíritu del bosque aún pervive en el espacio techado por madera del atrio. En las columnas del pórtico resuenan los ecos de los troncos y el espacio central abierto, como un claro entre los árboles, nos pone en contacto directo con las manifestaciones de la naturaleza. El viejo bosque de los rituales escandinavos, los antiguos túmulos y el agua están hoy presentes, logrando en una sola obra combinar los ritos funerarios de la tradición nórdica en un conjunto de carácter moderno pero dotado un despojado clasicismo.






 








Foto: Carlos Candia


Foto: http://www.fubiz.net/

Foto: Carlos Candia

Foto: Elliene Capello - Capelson Photographies



Foto: Hassan Bagheri


Foto: Melissa Thereliz

Foto: Sandro Maggi / Silvia Checo




Foto: http://www.fubiz.net/

Foto: Carlos Candia

Foto: Carlos Candia

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Foto: Carlos Candia

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