10 de octubre de 2008

Le Corbusier - Le Grand

A continuación publico un extracto del artículo publicado en el suplemento ABCD del diario ABC de España.

A partir de la presentación del libro "Le Corbusier - Le Grand" (Ed. Phaidon) se hace una breve revisión sobre su imagen, trascendencia y vigencia. Interesante nota que como muchas suma en el entendimiento del arquitecto. Demás suponer que el libro debe ser un deleite sensorial y disfrute arquitectónico.





Construyendo a Le Corbusier

Por Fredy Massad.

27 de septiembre de 2008 - número: 869



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Aproximación multilateral. En las primeras líneas del texto del historiador de la arquitectura Jean-Louis Cohen, que introduce el volumen, llama la atención su advertencia sobre la necesidad de tener presente que la figura de Le Corbusier era la condensación de las múltiples facetas intelectuales, creativas y emocionales de un mismo individuo. Una advertencia pertinente, no sólo por el hecho de que toda persona lo es, sino para que el lector se adentre atento a todos esos matices y aborde el examen del personaje desde una cierta racionalidad que le permita calibrar su dimensión humana y su dimensión mítica. Una premisa de partida indudablemente coherente ante una biografía, puesto que ya carece de cualquier tipo de sentido analizar y exaltar la vida de un hombre desde la consideración unidireccional de sus acciones como virtudes o como maldades; y que se hace particularmente necesaria en tiempos en los que se tiende a la conformación y aceptación de retratos mediáticos lo suficientemente esquematizados como para ocultar las necesarias ambigüedades, contradicciones, y complejidades que evidencian el transcurso activo y consciente del flujo de la vida por todo ser.



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El icono. Un factor crucial de Le Grand es visualizar a través de sus páginas cómo Charles Édouard Jeanneret creó y cultivó el personaje Le Corbusier y cómo desarrolló su prolífica carrera sin descuidar el construir y fomentar su imagen personalista, heroica, e indudablemente ególatra, demostrando que el fenómeno del arquitecto icono no es exclusivamente patrimonio de la actualidad. Él fue inspirador, pero en modo alguno responsable, de la subsiguiente trivialización que ha afectado a la figura del arquitecto, trivialización de la que por el contrario siempre huyó, ya que en su caso el aura de su individualismo y su celebridad tenían más que ver con el carácter del creador humanista que aspiraba ser y ser considerado.



Esa esmerada elaboración estética de un perfil de genio debe adquirir hoy una posición secundaria respecto a la esencia de su arquitectura. La riqueza de detalles acerca de la dimensión personal, a cuya contemplación invitan las páginas de este libro, debe servir para proceder a la desmitificación corbusierana, ya que esa pose, esos episodios de avatares sentimentales y esas imágenes de exhibición de detalles excéntricos de «genio» no reflejan otra complejidad psicológica más que la de la necesidad de Le Corbusier de proyectar e interiorizar simultáneamente ese personaje creado, que a menudo se servía del talento ajeno. Si se va más allá de la ceguera ante el seductor fetiche que alimentaría la idolatría hacia el personaje -razones por las que el volumen resulta una deseable posesión-, emerge la estimulante posibilidad de examinar la formación del escenario para un tiempo en proceso de transformación a través de la inmersión comprometida de un hombre en él.



Indispensable vigencia. La vida de Le Corbusier aparece como la asistencia deslumbrada y llena de fuerza al descubrimiento de esa realidad en acto y en potencia. El tránsito de un individuo entre dos tiempos que supo absorber, asimilar y dar visos de realidad a las ideas -no necesariamente propias- que estaban en el aire, manejándolas desde una posición erudita, que se hibridaba con una intensa fascinación por su época y la convicción de la emergencia de algo radicalmente nuevo. Le Corbusier buscaba consustanciarse con el espíritu del tiempo, llegar hasta su meollo, y es este factor el que explica su prolífica actividad: los viajes, el cultivo de las formas artísticas de vanguardia, la escritura, las relaciones con filósofos, actores.



Le Corbusier fue un personaje intelectualmente potente cuyo legado fue la vocación del hombre para hilvanar su espíritu con el de su momento, con la arquitectura como instrumento. Su importancia para nosotros no se debe a su cercanía temporal, sino a la vigencia de la posibilidad de avanzar en esa línea de comprensión que su obra y actitud mental estructuraron.1 Desde ahí, Le Grand sirve para corroborar esta vigencia de Le Corbusier, y para delatar cómo han pervertido su legado algunos de los que han tratado de hacer méritos para sucederlo.”



Pueden ver la nota completa en el siguiente link:

http://www.abc.es/abcd/noticia.asp?id=10398&sec=37&num=869



Ficha del libro:



Le Corbusier - Le Grand

Editorial Phaidon

Introducción por Jean-Louis Cohen

768 páginas

320x420mm

1000 ilustraciones a color

1000 ilustraciones en b/n



Notas:

1. Texto resaltado por mi persona.

2. La imagen fue obtenida de la página web arqa.com

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