Xavier Busquets i Sideru, arquitecto
Barcelona - España, 1962
Proyecto ganador en segunda instancia del concurso para la nueva sede del Colegio de Arquitectos de Cataluña. Es muy interesante la forma como Busquets encara la resolución del edificio en el particular terreno asignado: en vez de buscar levantar un volumen homogéneo en sus tres frentes como las edificaciones antiguas, opta por mantener la percepción de continuidad de la calle con un primer volúmen de dos cuerpos y llevar la pequeña torre de oficinas hacia la medianera dejando libre la parte delantera del edificio. Supera la versión conservadora con una propuesta moderna: organiza la manzana, introduce la plaza, acompaña y consolida la altura de las edificaciones existentes.
El primer volumen es transparente en la planta baja y opaco en la primera, encargándose a Picasso el diseño del mural que acompañaría las paredes. Con esto se genera una percepción particular para el peatón: la fuerza del friso ayuda a percibir la continuidad de la manzana, pero la transparencia de la planta baja y el bajar un nivel la sala de exposiciones permite el registro de las calles aledañas y la percepción de la Plaza de la Catedral.
La torre fue en un primer momento íntegramente vidriada, posteriormente se sustituyó parte por paños opacos.
Aldo Facho Dede
Nota: Las fotos son de mi autoría.
Barcelona - España, 1962
Proyecto ganador en segunda instancia del concurso para la nueva sede del Colegio de Arquitectos de Cataluña. Es muy interesante la forma como Busquets encara la resolución del edificio en el particular terreno asignado: en vez de buscar levantar un volumen homogéneo en sus tres frentes como las edificaciones antiguas, opta por mantener la percepción de continuidad de la calle con un primer volúmen de dos cuerpos y llevar la pequeña torre de oficinas hacia la medianera dejando libre la parte delantera del edificio. Supera la versión conservadora con una propuesta moderna: organiza la manzana, introduce la plaza, acompaña y consolida la altura de las edificaciones existentes.
El primer volumen es transparente en la planta baja y opaco en la primera, encargándose a Picasso el diseño del mural que acompañaría las paredes. Con esto se genera una percepción particular para el peatón: la fuerza del friso ayuda a percibir la continuidad de la manzana, pero la transparencia de la planta baja y el bajar un nivel la sala de exposiciones permite el registro de las calles aledañas y la percepción de la Plaza de la Catedral.
La torre fue en un primer momento íntegramente vidriada, posteriormente se sustituyó parte por paños opacos.
Aldo Facho Dede
Nota: Las fotos son de mi autoría.
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