9 de julio de 2009

DIÁLOGOS EN TORNO A MEIER

Comparto con ustedes un interesante diálogo escrito mantenido con mi gran amigo y colega Carlos Zeballos a partir de dos publicaciones que hizo en el interesante blog que administra:

Richard Meier, Museo High Atlanta

Renzo Piano, Museo High (Ampliación)

Sugiero primero revisar las publicaciones y luego leer los escritos que intercambiamos. A modo de ilustración incluyo una selección de las fotos publicadas por Carlos.
Espero que más de uno se sume a este diálogo.

Aldo Facho Dede


Museo High - Richard Meier

Museo High - Richard Meier


Museo High - Renzo Piano

Museo High - Renzo Piano


Publicado por Aldo Facho el 26 de junio de 2009
Mi querido doctor, veo que sigue recorriendo con agudeza nuestro mundo. Meier es a mi juicio una de los más grandes estafadores de nuestra época. Se puso el cartel de "nuevo moderno" y pretendió vendernos una actualización de la arquitectura de Le Corbusier, ridiculizada en copias literales de sus formas. Buscó con el blanco neutralizar sus falencias proyectuales, que sumándole la potencia de la luz solar da un aspecto de maqueta a sus edificios. Son eso: maquetas, proyectos de arquitectura.


El montaje teatral no tiene reparos, conformando supuestos elementos estructurales con paneles de yeso (drywall) para terminar de engañar al visitante (MACBA). Ni se esfuerza en controlar el espacio público: lo niega, o peor, no comprende su dimensión.


Se dice “moderno” para mi es uno de los peores post-modernos.
El gran problema es que gran parte de los arquitectos jóvenes (y no tanto también), lejos de denunciar su estafa han seguido su proceso de deformación de la forma: reproducen lo que él reproduce y lo sacan aun más de contexto.

Pensando un poco, sucede como en la música con las famosas “canciones del verano”: necesitas un producto básico, sin contenido, de fácil lectura y repetición para triunfar a corto plazo en nuestro medio consumista. La GRAN diferencia es que las canciones como mucho desperdician discos, esta arquitectura arruina ciudades y desfalca a los ciudadanos.


Saludos y gracias como siempre por compartir tus recorridos.

Con el afecto de siempre,

Aldo



Publicado por Carlos Zeballos el 02 de julio de 2009
Mi estimado doctore

Gracias por tu comentario, disculpa la demora en responderte, he estado ausente y el blog ha estado en modo "auto".


Debo, sin embargo, cordialmente discrepar. Creo que Meier es solvente en su discurso teórico y en su práctica arquitectónica, riguroso en el ordenamiento de su geometría y diestro en el manejo espacial.

Nunca ha negado su influencia corbuseriana, arquitecto al que le rogó ser su aprendiz, aunque sea gratis, pero quien se negara únicamente por el hecho de que Meier era norteamericano.

Reconozco que en este caso específico el desarrollo de Piano está mejor logrado que el de Meier; a pesar de ello, y considerando la época en que fue diseñado, el museo High fue un aporte notable, en una época en que los edificios se cubrían de columnas dóricas.
Y el hecho de que sea posmoderno no tiene que ser peyorativo, han habido maestros en todas las corrientes. En lo personal, preferiría mil veces vivir en el conjunto posmoderno de Nexus World, antes que una de las unidades habitacionales modernas de las repúblicas soviéticas.

Por supuesto, agradezco tu comentario, al que considero valioso precisamente por ser diferente.

Un abrazo.



Publicado por Aldo Facho el 60 de julio de 2009*
Mi querido amigo, me vuelvo a leer y noto que ataqué con toda la artillería a Meier. Sabes que no suelo andar con matices en mis comentarios y me ratifico en lo escrito.

No es que sea un “mal” arquitecto, es que me parece que teniendo la posición que tiene y con la magnitud de obras que realiza se comporta de modo irresponsable al querer justificar mediante un discurso supuestamente moderno (corbusiano) obras que están en la acera opuesta de la arquitectura.


“Estafa” a sus comitentes pues considero que sus obras están lejos del nivel de los encargos, “engaña” a sus seguidores pues les cuenta un cuento que no tiene coherencia.

De acuerdo que no todo lo “post-moderno está mal”, seguro hay muchos proyectos desarrollados dentro de esa búsqueda que llegaron a resultados interesantes. Mi reclamo va por el tema de decirse “nuevo moderno” cuando hace arquitectura post-moderna: donde la Forma no se verifica mediante el rigor constructivo y funcional (digo verifica, no quiero decir que la forma es “consecuencia de” sino que tiene “estrecha vinculación con”), sino adopta formas aleatorias, generadas mediante supuestos dotes escultóricos o justificaciones teóricas, y luego es “rellenada” y “estructurada”.

Para mi Meier va en el segundo grupo, al menos lo que he podido ver de él.


No le considero un modelo a seguir, ni recomendaría a un colega utilizar su obra como referente. Si rescato soluciones puntuales, proporciones, materiales, etc.


Sobre tu segundo comentario, si debo elegir entre los edificios del Nexus World y las unidades de habitación soviéticas, claro que me quedo con lo primero. Ahora, no considero que lo segundo sea Moderno. Un edificio Moderno debe siempre tener el equilibrio entre la construcción (estructura), función y resultante formal, todo esto revisado por un agudo sentido de la Forma. Es decir, el gran trabajo del arquitecto es, además de solucionar cabalmente el edificio en términos constructivos y funcionales, el saber organizar la resultante formal mediante un agudo sentido estético donde no todos los componentes son producto exclusivo de lo primero y donde sí se pueden manejar proporciones, texturas, materiales y elementos formales para optimizar la solución arquitectónica. Como verás, dentro de esa concepción de lo Moderno, las unidades de habitación soviéticas no caben, como tampoco miles de obras que son usadas para desacreditar el sentido de lo Moderno y justificar diversos desvaríos.


No podemos decir que todo lo construido en los años y contexto del Renacimiento es arquitectura Renacentista, entonces no podemos decir que todo lo construido en los años y contexto del Movimiento Moderno es arquitectura Moderna.


Ni hablar del abismo entre la obra de Piano y Meier, estoy totalmente de acuerdo contigo. Reviso con frecuencia la obra del primero, considero que cada proyecto tiene importantes aportes constructivos, tecnológicos y formales. En Piano si veo esa coherencia entre estructura, función y Forma, mas allá de algunos proyectos en exceso esteticistas, tiene una línea de trabajo muy interesante a la que me adscribo y me gustaría llegar. Veo en su obra que no hay una pauta estética a-priori a la que fuerza el proyecto, sino que la resultante formal se va modelando a la medida que se resuelven el conjunto de temas. A partir de lo que compartes en imágenes, veo como generosamente busca acompañar el edificio de Meier y resuelve con impecable calidad las condicionantes específicas del encargo. El control de la luz, la proporción de los espacios y el sistema del recorrido se ven mucho más claros y naturales.

Hablando desde la ignorancia, quizás los promotores del encargo se dieron cuenta del abismo de calidad entre los arquitectos, sino ¿por qué no volvieron a llamar a Meier? Me adscribo a tu hipótesis.


Como siempre, un placer dialogar con usted mi estimadísimo Doctor. Me ayudas a repensar conceptos y afinar ideas.

Un fuerte abrazo desde La Plata,

Aldo


*En el blog Molenskine Arquitectónico aparece la versión abreviada de esta nota, obligado por razones de cantidad máxima de caracteres a ser publicados.


Publicado por Carlos Zeballos el 07 de julio de 2009
Estimado doctore

Agradezco tu respuesta y felicito la iniciativa del diálogo. Te confieso que a menudo me imagino conversando contigo sobre estos temas, y por supuesto aprendiendo en el proceso.

En primer lugar, sí me parece que las obras en el bloque soviético fueron modernas, así como las de Londres y otras ciudades europeas y japonesas. De hecho, los congresos del CIAM en Bridgwater (1947) y Bérgamo (1949) abordaron el tema de la vivienda en la postguerra, y más específicamente la de Dubrovnik (1956), que asumió el tema del Hábitat. Entonces, las unidades habitacionales en Rusia y China fueron una interpretación política pero literal de algunos principios del CIAM. Por supuesto, estos conjuntos habitacionales en Varsovia o Bucarest, o las terribles agresiones contra el patrimonio que ví en ciudades históricas como Vladivostok o XiAn no se pueden equiparar a la calidad de Le Corbusier en Chandigarh, o la del propio Ciriani en Lima, en el interesante proyecto de San Felipe que reseñaste en tu blog recientemente.

Tal vez lo que tendríamos que hacer en principio es definir qué fue la arquitectura moderna. El asunto es que los tres más grandes maestros modernos, Wright, Mies y Le Corbusier, tuvieron aproximaciones totalmente opuestas de la modernidad. Cada uno de ellos tuvo obras geniales y desaciertos, lo que hace más difícil reducir la modernidad a un solo estilo. Tal vez haya que comenzar aceptando que el movimiento moderno albergó una serie de corrientes, cada una con su interpretación de la realidad y el uso de una determinada tecnología, y no sólo la variante neoplasticista. En la modernidad entran posturas opuestas, como Kanh, Saarinen, Aalto, Barragán, Urtzon y un largo y variopinto etcétera.

Así pues, Tel Aviv es una ciudad moderna, diseñada en los años 20 y 30 por arquitectos judíos de la Bauhaus. Brasilia es también una ciudad moderna, creada por Costa y Niemeyer con criterios completamente diferentes. Y si Niemeyer fuerza la función de sus edificios para acomodarlos en formas monumentales, ¿porqué no puede hacerlo Meier, quien utiliza en todo caso un léxico más racional? Pues te diré que la Iglesia del Jubileo es uno de los edificios que más me haya conmovido.

Que siga el diálogo.

Un abrazo

Publicado por Aldo Facho el 09 de julio de 2009

Querido amigo, leo como luego de largos párrafos nos vamos posicionando en lo que entendemos de una u otra cosa. Creo que has dado en el tema de nuestro siguiente diálogo: “que es la Arquitectura Moderna”, y he allí nuestra primer discrepancia, para mi “es”, para ti “fue”.

Primero que nada la Arquitectura Moderna no es un estilo, o al menos no dentro de la acepción que comúnmente se da a esa palabra. Se basa en el equilibrio entre la solución estructural-constructiva, la solución funcional y la solución formal, todo esto controlado por un agudo sentido de la Forma, fundamental para que sea arquitectura. Los conjuntos habitacionales que mencionas, por más que hayan sido sustentados en algunos de los principios del CIAM como bien señalas, no son Arquitectura Moderna desde ese sustento.
El Sentido de la Forma no se queda en el edificio, todo lo contrario, parte de la coherencia con el lugar y ambiente para luego llegar al detalle constructivo y formal.

La Arquitectura Moderna es sobre todo abstracta, he allí su sentido universal. Es por eso que podemos llamar “Modernos” a Mies, Le Corbusier, Lloyd Wright y muchos otros: todos ellos trabajaron bajo la misma aproximación. Justamente en lo variado de las respuestas está la vigencia de la Modernidad: no se rige por patrones estéticos decididos a-priori (como en el neoclásico), sino que construye sus patrones arquitectónicos a partir de la solución específica de cada proyecto. Esto no significa que en cada obra se “inventa” todo, significa que el arquitecto tiene una serie de soluciones constructivas, tecnológicas y formales
que va utilizando, combinando y perfeccionando en cada proyecto (materiales de proyecto). Mies es claro en este sentido.

Porque no Meier, Como escribí antes, no discuto que tenga buenos proyectos, la iglesia que mencionas puede ser uno de ellos. No he estado allí, pero no dudo de su capacidad de impresionar. Al Meier tomar resultantes formales de la arquitectura Corbusiana y utilizarlas aleatoriamente en sus proyectos está contradiciendo la base de la Modernidad. Él ha armado su repertorio formal y construido su propio estilo, pero va más allá, a diferencia de los grandes estilos (el neoclásico), no aplica los elementos según una pauta precisa, sino según le apetece formalmente. Esto genera confusión y un proceso de deterioro arquitectónico en su obra que es claramente reconocible. Como bien especulaste con los directores del Museo High “
optaron por un tipo de arquitectura menos espectacular, pero que permita un diálogo más fluido entre el edificio y los objetos de arte
."

Meier puede ser lo que él quiera, pero yo no le puedo llamar “Moderno” (dentro del rigor y seriedad con el que trato el tema).

Bien mencionas a Niemeyer y el caso Brasilia. Según mi apreciación, fortalecida con la última visita y conferencia de Helio Piñon en la Argentina, Brasilia es una ciudad pensada desde la postmodernidad. ¿Y eso?... lo dejamos para otro diálogo.

Un fuerte abrazo,

Aldo



1 comentario:

  1. Felicitaciones a ambos, un diálogo interesantísimo que recomendaré ampliamente a mis alumnos, espero que continué... por cierto, he agregado un enlace directo desde mi blog, espero que no haya incovenientes. Saludos.

    Fredy Ovando

    http://bibliotecadearquitecto.blogspot.com/

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