Buenos Aires - Argentina, 2008
Cuando analicé este proyecto me llamó la atención su particular distribución y estética resultante. Ya habíamos revisado en el edificio Arribeños ese abordaje funcional con el que Sebastián y Marcelo trabajan y que el mismo Ferrater reivindica, en la entrevista que le hacen en Radio Nacional el año pasado, cuando afirma que:
“Yo creo que al menos, lo que si se tendría que hacer, es las casas fueran más abiertas, flexibles y transformables. Es decir, tendríamos unos metros cuadrados muy bien construidos, muy bien orientados, muy sostenibles, y tener una flexibilidad en la conformación de la vivienda. /.../ La vivienda vuelva a recuperar otra estructura en momentos diferentes, y se adapta a las necesidades de las personas, y esa vivienda sería tener muchas viviendas en una.”
Estos jóvenes arquitectos orientan en ese sentido su análisis cuando trabajan viviendas sin un cliente específico, buscan lograr espacios diáfanos y flexibles pero contenidos en una estructura tectónica y formal que los soporta dentro de un todo edilicio. Mediante grandes aberturas, terminaciones neutras y un mínimo de equipamiento (no por lo poco sino por lo austero), permiten que la imaginación del usuario de las pinceladas finales que personalizarán cada espacio.
Este edificio tiene además la particularidad de buscar reinventar la antigua tipología de vivienda colectiva en propiedad horizontal, reagrupando las células en altura y buscando rescatar la calidad de vivir en una casa individual. Para ello es importante asumir las unidades en su mayoría como duplex y dotarlas ya sea del jardín de fondo o las terrazas superiores.
La estética sobria y constructiva que caracteriza a este estudio, ayuda a integrar fácilmente al edificio en un barrio de casas y edificaciones bajas. Asume con modestia su ubicación jerárquica sobre la plaza y la reparte entre los vecinos y moradores.
Aldo Facho Dede
“Yo creo que al menos, lo que si se tendría que hacer, es las casas fueran más abiertas, flexibles y transformables. Es decir, tendríamos unos metros cuadrados muy bien construidos, muy bien orientados, muy sostenibles, y tener una flexibilidad en la conformación de la vivienda. /.../ La vivienda vuelva a recuperar otra estructura en momentos diferentes, y se adapta a las necesidades de las personas, y esa vivienda sería tener muchas viviendas en una.”
Estos jóvenes arquitectos orientan en ese sentido su análisis cuando trabajan viviendas sin un cliente específico, buscan lograr espacios diáfanos y flexibles pero contenidos en una estructura tectónica y formal que los soporta dentro de un todo edilicio. Mediante grandes aberturas, terminaciones neutras y un mínimo de equipamiento (no por lo poco sino por lo austero), permiten que la imaginación del usuario de las pinceladas finales que personalizarán cada espacio.
Este edificio tiene además la particularidad de buscar reinventar la antigua tipología de vivienda colectiva en propiedad horizontal, reagrupando las células en altura y buscando rescatar la calidad de vivir en una casa individual. Para ello es importante asumir las unidades en su mayoría como duplex y dotarlas ya sea del jardín de fondo o las terrazas superiores.
La estética sobria y constructiva que caracteriza a este estudio, ayuda a integrar fácilmente al edificio en un barrio de casas y edificaciones bajas. Asume con modestia su ubicación jerárquica sobre la plaza y la reparte entre los vecinos y moradores.
Aldo Facho Dede
Memoria
La plaza Mackenna, ubicada en el barrio de Saavedra, es el enclave elegido para la construcción de un edificio compuesto por 9 viviendas y 3 estudios. Una plaza con un centro vacío y público y un perímetro delimitado por una densa vegetación que solo se interrumpe al enfrentarse con la parcela a intervenir.
La construcción asume el protagonismo que propone esta escena barrial, apropiándose de su atmósfera como una condición estructurante del proyecto.
Un patio central vincula dos bloques a través de un recorrido a cielo abierto que se extiende hasta la puerta de cada unidad. Las viviendas intentan continuar la tradición de las casas que históricamente definieron el carácter del barrio, agrupándose hoy en un mismo terreno como consecuencia directa del aumento de densidad que se produce en esta zona de la ciudad. Cada unidad fue proyectada como una pequeña casa que incorpora a su programa una generosa expansión, posibilitando la aparición de actividades a cielo abierto tal como sucede en la plaza que el edificio tiene a sus pies.
Adamo + Faiden
La construcción asume el protagonismo que propone esta escena barrial, apropiándose de su atmósfera como una condición estructurante del proyecto.
Un patio central vincula dos bloques a través de un recorrido a cielo abierto que se extiende hasta la puerta de cada unidad. Las viviendas intentan continuar la tradición de las casas que históricamente definieron el carácter del barrio, agrupándose hoy en un mismo terreno como consecuencia directa del aumento de densidad que se produce en esta zona de la ciudad. Cada unidad fue proyectada como una pequeña casa que incorpora a su programa una generosa expansión, posibilitando la aparición de actividades a cielo abierto tal como sucede en la plaza que el edificio tiene a sus pies.
Adamo + Faiden
Nota: la memoria, fotografías y planos fueron proveídos por los proyectistas.
Buenas..soy un estudiante de Arquitectura por lo tanto mi ojo critico no se basa en muchas certezas con las cuales juzgar una obra ..pero de esta y de muchas de este estudio puedo decir que me impactan y me conmueven la simpleza e intensidad de las propuestas.
ResponderEliminarEstoy haciendo un trabajo sobre la produccion de abalos y herreros y encuentro en adamo faiden una sana influencia,ejemplos locales de aquella impactante produccion.
Felicitaciones a estos arquitectos.
buen blog
saludos
andres