Con gratitud me he enterado de la paralización de los trabajos de pintura del edificio del Museo de la Nación de Lima (antes Ministerio de Pesquería).
Queda demostrado una vez más que la pequeña contribución de cada uno suma a las causas colectivas. Por la nota publicada en el diario La República, el Ministro de Cultura Juan Ossio buscarán disimular el color blanco pintándolo color cemento y convocará a un grupo de arquitectos para analizar la mejor manera de limpiar la fachada. Desde mi humilde óptica, pintar "color cemento" resuelve el problema a corto plazo pero consolida el proceso de pintado a largo plazo dado que como bien sabemos al ser materiales distintos tienen diferente reacción a la intemperie y el tiempo. Además por mejor que maticen el color, siempre se verá diferente y lejos de mejorar la fachada evidenciará el parche. Creo que la única forma de recuperar esos frentes es con chorros de agua o arena y ciertos productos químicos que ayuden a remover la suciedad y hollín acomulados durante décadas y así recuperar la prestancia del material.
Obviamente es mucho más caro y complicado este proceso que la burda pintura, ¿será por ello que siempre vuelven a lo mismo? Lo que queda claro es que hay una perjudicial mezcla de ignorancia, arrogancia e impunidad que termina por dañar indefectiblemente el patrimonio de todos los peruanos.
Sigo sorprendido por la ofensiva pintura de la torre del Centro Cívico y por el proyecto de demolición del Colegio Militar Leoncio Prado. ¿Nadie se enteró de estos sucesos? Quiero creer que lo sucedido en el Museo de la Nación marca el comienzo de un sano proceso de fiscalización por parte de la sociedad y en especial de los arquitectos de las obras que impactan en la ciudad y el patrimonio arquitectónico.
Con anterioridad, pero con menos difusión mediática, los vecinos del Residencial San Felipe consiguieron intervenir en la remodelación del Ágora encaminada sin criterio por la alcaldía municipal de Jesús María. Finalmente consiguieron frenar las obras y que se consulte al Arquitecto Enrique Ciriani (autor del proyecto) sobre a mejor forma de actualizar el espacio.
Finalmente quiero hacer un justo reconocimiento al Arquitecto Adolfo Córdova quien es un activo actor de estos reclamos y está siempre trabajando en la reivindicación del Patrimonio Arquitectónico Moderno. ¡Gracias Adolfo!
Aldo Facho Dede
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| Proyecto para el Nuevo edificio del Colegio Leoncio Prado (fuente Moleskine Arquitectónico) |
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| Torre del Centro Cívico luego de la pintura (Fuente blog Lima la Única) |
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