Bahía de Lima. Foto: Google Earth
Cristo Corcovado de Río de Janeiro. Foto: www.cuatro.com
La primera reacción vino de la alcaldesa de Lima Sra. Susana Villarán quien reclamó por el hecho de no haber sido consultadas las autoridades pertinentes y por la unilateral elección del objeto. "¿Por qué debe ser igual al del Corcovado y no representar al Señor de los Milagros o al Cristo de Ayabaca?" se pregunta la burgomaestre anunciando que buscará discutir el proyecto en las instancias que correspondan. A este reclamo se han sumado diferentes figuras públicas, colectivos de estudiantes, colegio de arquitectos, arquitectos y ciudadanos en general que reclaman la paralización del proyecto para su revisión. Como sucedió con el pintado del Museo de la Nación, el "cyber espacio" está teniendo un rol fundamental dada la facilidad de difusión y masividad de convocatoria, los espacios usados son los mismos: blogs, facebook, páginas web, diarios digitales, etc.
Augusto Ortiz de Zevallos, reconocido arquitecto y urbanista señala en una entrevista realizada por el canal N: “Queremos ser Marca Perú y nos copiamos el símbolo de Río (de Janeiro). No tiene mucha lógica, es una cosa improvisada en un espacio cultural importante, acá hubo la Guerra del Pacífico, acá hay ruinas arqueológicas importantes pero no hay ningún plan de manejo del conjunto. /.../ Lo que está en discusión es si Lima necesita una copia del Cristo de Corcovado y si eso nos ayuda como ciudad o, si al contrario, nos vuelve en una parodia, en un lugar que copia, que no tiene propuesta propia”. La Decana del Colegio de Arquitectos del Perú, Shirley Chilet, se ha pronunciado en contra del proyecto alegando que no se pueden hacer obras por la ciudad sin un estudio urbano que las soporte y mucho menos sin consultas a las autoridades pertinentes.
Los estudiantes de Arquitectura de la Universidad Nacional de Ingeniería, reunidos en la agrupación Ventana Abierta, señalan como los principales motivos de objeción:
1. Emplazamiento, además de inadecuado, se encuentra en un terreno público el cual al parecer ha sido ocupado ilegalmente.
2. Falta de originalidad, por ser la idea de esta obra una copia del Cristo de Corcovado.
3. Impertinente, fuera de contexto, se impone bruscamente en el paisaje del morro solar y su concepción es anacrónica.
4. Políticamente incorrecto, pues no representa los peruanos, el Perú es un estado laico con libertad de credo.
5. Autoritaria, fue presentada de la noche a la mañana e impuesta sin previa consulta pública.
En esa línea de reflexión posiciono mi opinión, considero que la construcción de la estatua afecta no solo a la ciudad como espacio físico sino a los ciudadanos y a la democracia. Es una imposición que muestra una vez más los métodos autocráticos que suele utilizar el presidente García para concretar sus proyectos, como ya nos pasó con el tren eléctrico. Es un gesto que denota ignorancia y soberbia, ¿qué le costaba consultar a las autoridades pertinentes y convocar un concurso público para elegir el mejor proyecto para ese fin? La ciudad no se construye en base a caprichos como estamos acostumbrados en nuestro país, sino en base a planes de desarrollo consensuados y rigurosamente elaborados. ¿Por qué debemos siempre conformarnos con ser la versión chabacana de otras ciudades y no pensarnos desde nuestros potenciales y atributos? El potpurrí de estatuas alegóricas que van desde representaciones de parejas, sirenas, delfines, hasta llegar a dinosaurios, sombreros y plantas nativas inundan nuestras ciudades arruinando el espacio público y generando costos millonarios al estado. ¿Hasta cuando vamos a estar en manos del antojadizo gusto de quienes nos gobiernan? La suspensión del pintado del Museo de la Nación fue una victoria de la razón y la democracia, ¿conseguiremos esta vez similar resultado? Por las fotos publicadas en le página de Bitácora Arquitectura Peruana y el diario El Correo las obras del emplazamiento están casi concluidas y la estatua montada.
Estado de las obras del Cristo del Pacífico - fotos: Bitácora de Arquitectura Peruana
Obras de la estatua del Cristo del Pacífico casi finalizadas a la fecha. Foto: diario El Correo.
En nuestro país se ha perdido la sana y democrática costumbre de concretar mediante concurso público los proyectos del estado. El concurso para el Lugar de la Memoria es un hecho aislado en años de arbitrariedad e improvisación. Fue en el gobierno de Alberto Fujimori que se derogó la ley que obligaba a pasar por esta instancia con el pretexto de "agilizar" los procesos. Los colegios profesionales no supieron reaccionar acorde con la magnitud del atropello y los profesionales nos quedamos sin la posibilidad de poder participar en libertad y democracia de los proyectos que construyen nuestras ciudades. Podemos ver como en países vecinos (como argentina y brasil) esta costumbre dinamiza la actividad profesional y devuelve a la ciudad proyectos de calidad, ¿por qué debemos resignarnos a verlos en revistas o internet? Los profesionales peruanos han demostrado estar al nivel de cualquier profesional del mundo, lamentablemente tenemos restringido nuestro accionar al esfuerzo de conseguir un cliente que nos encargue un proyecto de relevancia.
¿Por qué debe ser una imagen fuertemente inspirada en el famoso Cristo de Corcovado? Considero un error grave la elección, creo que todos los esfuerzos de reivindicar nuestros valores y talentos desaparecen si elegimos como símbolo de la ciudad capital una copia de otra. En ese punto podría haber sido una versión de la estatua de la Libertad o de la Torre Eiffel, ¿se imaginan? En el artículo 50 de la Constitución de 1993 se señala que el Perú es una Nación independiente y autónoma en materia de credo, que si bien se identifica con la Iglesia Católica respeta todas las confesiones. ¿Debemos elegir como símbolo una imagen de Cristo?, deberíamos al menos consultarlo públicamente o elevarlo a un concurso de ideas y proyectos.
Conversando con un colega se mostró indignado por la discusión en torno a una estatua cuando tenemos en el Morro Solar un bosque de antenas colocadas sin criterio y orden "¿por qué no hacer un concurso para ordenar las antenas como sucedió en Barcelona, Berlín o Tokio?" El reclamo me pareció absolutamente pertinente, considero que le devolvería prestancia al morro y ofrecería a la ciudad un hito acorde con el emplazamiento y los usos que hoy se desarrollan. Considero que la mejor respuesta de la Municipalidad de Lima y de los Colegios Profesionales es la reunir a las empresas que usan este espacio y juntos convocar un concurso de proyectos para el artefacto que deberá aglutinar esas antenas y convertirse en el nuevo hito de la ciudad.
Aldo Facho Dede
Torre de telecomunicaciones de Barcelona. Foto: blueorca
Torre de telecomunicaciones de Berlín. Foto: www.aip.de
Torre de telecomunicaciones de Tokio. Fuente: http://espanol.ipcdigital.com
