15 de julio de 2011

VIGENCIA DE LA MODERNIDAD

Sobre el Edificio Residencial FAP en Chiclayo
Por Adolfo Córdova Valdívia
Extracto del artículo elaborado en 2009 para la revista A2.



A escasos seis o siete años del manifiesto de la Agrupación Espacio y frescas aun sus campañas con que se dio impulso al movimiento moderno en el arte y en especial a la arquitectura, entonces naciente en nuestro medio, se diseñó y construyó el edificio Residencial FAP para Chiclayo, replicado poco después en Piura. Estos edificios de arquitectura moderna (no de estilo moderno) estuvieron precedidos, entre otras realizaciones, por el Club Internacional de Arequipa, de los mismos autores, por el Club Lawn Tenis de la Exposición de los arquitectos Oyague y Wakeham y por uno de los primeros edificios del Club Regatas de Chorrillos que diseñara Manuel Valega. También por la modesta pero vasta y valiosa obra de la Corporación Nacional de la Vivienda diseñada por Santiago Agurto y su equipo, o por la Facultad de Arquitectura concebida por Mario Bianco, así como por un cierto número de casas habitación, tales como la de D’Onofrio, la de Miró Quesada, la de Neira o las de Miguel Rodrigo.

Cuando en 1959 fue distinguido con el Premio Chavín de la arquitectura, uno de los premios de fomento a la cultura establecidos por ley promulgada durante el período de Bustamante y Rivero, ya habían recibido similar distinción, que yo recuerde, un edificio de departamentos de Enrique Seoane, el edificio de Radio El Sol de Luis Miró Quesdada y el edificio comercial de Guzmán Blanco de Manuel Villarán. Posteriormente, junto con los edificios de la Escuela Naval, el edificio FAP Chiclayo recibió el Premio Tecnoquímica que la fábrica de pinturas del mismo nombre instituyó con periodicidad bienal, alternándolo con el que se otorgaba a la pintura (práctica que recientemente ha retomado pero, desgraciadamente, solo para la pintura)


A más de cincuenta años de su diseño, en los que se han sucedido diferentes tendencias y maneras de entender la arquitectura, desde el brutalismo hasta el regionalismo pasando por diversos historicismos, simbolismos y estilos San Borja, que han jalonado nuestra arquitectura posmoderna, el edificio FAP Chiclayo y otras obras contemporáneas (por ejemplo algunos conjuntos de la Corporación de la Vivienda) han sobrevivido y un interés en ellas se ha despertado últimamente, desde el campo académico. Prueba de ello es el pedido, de este artículo sobre los aportes de esta obra, pedido al que accedo agradecido porque es para una revista universitaria destinada a los estudiantes de arquitectura, en cuya compañía he transitado gran parte de mi vida, y porque me permite rendir un homenaje a Carlos Williams, reviviendo nuestra cómplice comprensión en este trabajo, y en muchos otros no solo arquitectónicos, y recordando una vez más sus inmensas calidades profesionales y humanas. (A. C. V.)

1 comentario:

  1. Como complemento quería dejar esta dirección web donde se encuentra la serie de ganadores de los premios Chavín y otros: http://bvirtual.bnp.gob.pe/BVIC/Captura/upload/boletin_bnp_web/026_boletin_bnp_01.pdf

    Asi mismo, recordar que el Arq. Carlos Williams trabajo en Nueva York con el arquitecto español Jose Luis Sert, quien a su vez habia trabajado con Le Corbusier (en años anteriores) y de quien estaba influenciado. Es quizás esta obra, la Residencial FAP, una de las obras de arquitectos peruanos donde se observan con mayor claridad estas influencias internacionales.

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