22 de octubre de 2012

LA COSTA VERDE YA ESTA MADURA
























Espacio abierto
AUGUSTO ORTIZ DE ZEVALLOS

Han empezado por fin las obras municipales del proyecto Costa Verde, en el tramo de San Miguel y Magdalena, que en pocos meses seguirán hasta Chorrillos. Esto, y RIO VERDE, también en obras, fueron los proyectos bandera de la candidatura de Susana Villarán. Los expusimos y los debatimos en campaña y se votó también por ellos. Y por la noción de ciudadanía que encarnan y van a materializar. Ciudad para todos. Donde el espacio público es el lugar de ese encuentro plural con calidad de vida que Lima no ofrece.
Ya no una tierra de nadie. Ni una acumulación de negocios que impidan que ese espacio de todos lo sea. Pero donde estarán bienvenidas las inversiones que ayuden a que todos tengamos la ciudad que merecemos.

El inicio de esta obra esperada y fundamental para esta gestión se debió demorar más de un año y hay detrás de eso una curiosa historia inmediata y otra anterior. Porque hace años que podríamos tener lo que ahora se empieza. Pues el proyecto municipal, que ahora se materializará , lo encargó el alcalde Castañeda , con una eficiente Emape y su equipo político y técnico, cambiando una visión anterior ,suya también, que había priorizado lo privado sobre lo público. Lo que algunos en el Concejo (cuando fui regidor) y en algunos diarios y prensa habíamos objetado, debatiendo durante su primera gestión.

El proyecto, cambiado y corregido, fue de su segunda gestión, y ya estaba listo, con su SNIP bajo el brazo, desde San Miguel hasta Chorrillos, para que las obras se hubiesen hecho desde su último año de Alcaldía, el 2010. Pero no se hizo nada de esas obras el 2010, quizás porque el presupuesto se lo llevó el Metropolitano, pero incomprensiblemente tampoco se programó nada para el 2011, en ese presupuesto que recibió Susana Villarán, con manos atadas, para su primer año. Dos años fueron perdidos.

Hubo más.
Durante el 2010 y el 2011, desde el Ministerio de Vivienda, en el gobierno de Alan García, ante el sorprendente silencio de quienes lo habían encargado, se desconoció y alteró el proyecto (para el gobierno, en este caso, esas siglas, cacofónicas y onomatopéyicas del Snip decían Sin Ningún Impedimento Puedo). La ley es para los demás, dice un dicho muy limeño.
 
Y así, cada uno de los seis distritos costeros de Lima recibió su dinero, con los planitos correspondientes, para hacer, con apuros electoreros, por ejemplo esas plazas extraviadas en las que no se ha sentado nadie, esas bancas para mirar un cerro pelado y no el mar, ese enredo incomprensible entre Miraflores y San Isidro, esa vialidad de a ver si chocan y ese malecón sin vistas. Pero esos regalitos, con nuestra plata, canjeados por notoriedad y gigantografías, también obstaculizaban algo fundamental, que haya tres necesarios carriles de ida y vuelta, que ahora habrá. Y con maquinaria estatal o militar también, además de desconocerse el proyecto, se alteró la topografía, así que ahora ha habido que rehacer el expediente técnico al escenario que podríamos llamar, post Alan.

Habrá tres carriles de ida y vuelta, de San Miguel a Chorrillos, pese a quienes afirmaban lo contrario, antes de sus cambios recientes, en esos debates que sostuvimos y ganamos. Aunque en este tema de la Costa algunos discursos melifluos siguen evidenciando grandes confusiones entre lo privado y lo público y mal humor por preferir las expectativas de renta en vez del bienestar público. Porque el gran negocio inmobiliario es vender ver la Costa Verde de lejos y mejor de noche. Esa vista vale mucho dinero. De lejos su desorden y sus despropósitos pasan piola.

Mientras que afrontar ordenar y corregir este absurdo, suicida para nuestras calidades de vida: que la única capital sudamericana frente al mar lo ignore, que los turistas en su paseo ni vayan, que allí se acumule tierra de cualquier camión, que los deportistas se descuelguen como puedan, que sea un espacio de inseguridad y hasta de asaltos, etc. y proponer que los limeños de a pie disfrutemos nuestro litoral, hace remover inercias.

Quizá estamos acostumbrados a una visión derrotista y remover eso a algunos les parece iluso. A la mayoría no, empezando por jóvenes y emprendedores, y por eso fue que ganó las elecciones quien lideraba esas propuestas de cambio y de otra ciudadanía. Y por eso, para los perdedores, es mejor enrevesarlo. Que La Herradura no, que esto tampoco.

Así que hay historias tras la historia. Méritos y deméritos.
Si hay que reconocerle a Alan García haber puesto el tema en agenda, pero fue inaceptable en forma y fondo, ese afán de ser también el alcalde de Lima. Y es justo reconocerle a Castañeda haber corregido un proceso desnaturalizador.
Me ahorro el recuento del largo debate periodístico, que, frente a la inminente desaparición de las playas de Barranco, muy pocos emprendimos, pero hay que recordar que en el Perú 21 de Augusto Álvarez (cuyos archivos de columnas de opinión ya no están en la página web) se dedicó una campaña diaria de más de un mes a evidenciar los despropósitos que se buscaba. Porque en Barranco, en algunos casos notorios, se anuló el espacio previsto para malecones y hay estacionamientos privados y hasta cocinas en los derechos de vía.

Lo bueno es que ya está listo, y en obras, el tramo de San Miguel Magdalena y terminándose de coordinar el resto. Que se materializará, esperemos que sin caprichos como querer, el IPD, que allí abajo duerman deportistas junto a sus canchas, (lo que aplaudirían las prensas del chisme). O que se queden instalaciones temporales, como lo que se usará pronto para que parta de allí el París Dakar y ojalá también para que venga a apostar por Lima ese notable festival que es Rock in Rio. La Costa Verde debe ser ahora una suma coherente y asumirse que es el frente de la ciudad y ya no ser vista más como un terreno para improvisar o mudar lo que sea.

La diferencia clave está entonces en que para esta gestión los limeños si valemos para que nuestra plata se gaste en nosotros. Y si somos casi diez millones, nos costará a cada uno veinte soles tener mar, playa, cultura, espacio, encuentro, gastronomía, turismo, deportes, ciclo vías, bienestar.
Y que lleguemos allí en el Metropolitano, el que cuando llegó el último verano a Chorrillos y a La Herradura triplicó sus previsiones de pasajeros, fue un éxito, y restituyó lo que había, cuando se podía ir a los balnearios del sur, primero en tranvía a Barranco (con funicular además) y a Chorrillos. Y cuando se perdieron los tranvías, en el ómnibus entonces municipal, Tacna Miraflores Barranco. Y después en el Ícaro.
Ir a la playa en bus es lo que se hace en toda ciudad que se respete. Y en bicicleta, y a pie, cuando se nos ofrece caminar, pasear, disfrutar, sentir la ciudad como algo propio.

Bienvenidos los skaters, sumándose a los tablistas que ya están allí más de medio siglo, que volvamos a jugar en arena vóley y fulbito, donde el agua es el "out" o el "aus" como allí se dice. Que haya allí conciertos, música, cine al aire libre, eventos, vida.
Que ser limeño, en todas sus formas, se impregne de mar
Así sea.

Fuente: http://www.limacomovamos.org/cm/wp-content/uploads/2012/09/VistaCostaVerde-1024x768.jpg

Foto: Aldo Facho Dede - 2012

Foto: Aldo Facho Dede - 2012

Foto: Aldo Facho Dede - 2012

Foto: Aldo Facho Dede - 2012

Perspectiva: Estudio AOZ Arquitectos y Urbanistas

Perspectiva: Estudio AOZ Arquitectos y Urbanistas

Perspectiva: Estudio AOZ Arquitectos y Urbanistas

Perspectiva: Estudio AOZ Arquitectos y Urbanistas

2 comentarios:

  1. ¿que pasará con la costa verde en invierno? he pasado en estos días de fiestas patrias, y a nadie se le ocurre bajar al gran espacio público de Lima porque el frío y la neblina "no es disfrutable". Tenemos solo 3 meses de sol y en estos meses, solo 10 horas para disfrutarlo como parque y playa. ¿en que se utilizará durante los grandes "tiempos muertos" de posible uso?

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  2. Estimado, en diversas ciudades del mundo los Espacios Públicos viven todo el año, aún en climas mucho más marcados que el nuestro. Lo que le falta a la "Costa Verde", además de terminar las obras del Paseo Peatonal y Espacios Públicos, es inyectarle vida: actividades que motiven al público a "bajar" para disfrutar de sus espacios. Se debe resolver el hecho de estar desvinculada del frente edilício de la ciudad, y tener el acantilado de por medio.
    Saludos!

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