Calle Arribeños 3182
Buenos Aires - Argentina. 2007
¿Qué tipo de vínculo debemos establecer con algo que tiende constantemente al cambio? Una estrategia consistiría en manipularlo rápidamente hasta que adquiera sentido. Construir una distancia crítica que nos permita conocerla hasta reconocernos. Fabricar un nuevo plan de acción que diluya nuestras ambiciones privadas en las necesidades públicas. Volver a la carga como un eterno turista. Y así mil veces.
Entiendo se refieren los arquitectos con estas palabras al modo como miran, viven y se relacionan con la ciudad. Este proyecto, que se sustenta sin necesidad de palabras, comunica esta voluntad a partir de la sobriedad de su fachada y volumentría. Se posiciona como espectador, como acompañante, sin ambiciones de ser estrella. Abre sus espacios a la calle, pero toma el recaudo de no exhibir a sus inquilinos.
Fino para el ojo atento, neutral para el ligero. Rico en detalles, prolijo en soluciones y ejecución. ¿No es así como se ejercía el oficio de arquitecto?
Augurioso el producto de lo aprendido en el doctorado La Forma Moderna, nutrido evidentemente de la experiencia individual.
Seguro aparecen comentarios a la distribución y resultantes formales, pero más seguro el reconocimiento a una buena labor de oficio.
Aldo Facho Dede
Notas:
Pueden ver más información en las webs: Arqa.com y Dezeen.com
Texto y corte: Adamo + FaidenFotografías: Francisco Berreteaga
Buenos Aires - Argentina. 2007
¿Qué tipo de vínculo debemos establecer con algo que tiende constantemente al cambio? Una estrategia consistiría en manipularlo rápidamente hasta que adquiera sentido. Construir una distancia crítica que nos permita conocerla hasta reconocernos. Fabricar un nuevo plan de acción que diluya nuestras ambiciones privadas en las necesidades públicas. Volver a la carga como un eterno turista. Y así mil veces.
Entiendo se refieren los arquitectos con estas palabras al modo como miran, viven y se relacionan con la ciudad. Este proyecto, que se sustenta sin necesidad de palabras, comunica esta voluntad a partir de la sobriedad de su fachada y volumentría. Se posiciona como espectador, como acompañante, sin ambiciones de ser estrella. Abre sus espacios a la calle, pero toma el recaudo de no exhibir a sus inquilinos.
Fino para el ojo atento, neutral para el ligero. Rico en detalles, prolijo en soluciones y ejecución. ¿No es así como se ejercía el oficio de arquitecto?
Augurioso el producto de lo aprendido en el doctorado La Forma Moderna, nutrido evidentemente de la experiencia individual.
Seguro aparecen comentarios a la distribución y resultantes formales, pero más seguro el reconocimiento a una buena labor de oficio.
Aldo Facho Dede
Notas:
Pueden ver más información en las webs: Arqa.com y Dezeen.com
Texto y corte: Adamo + FaidenFotografías: Francisco Berreteaga
No hay comentarios:
Publicar un comentario