9 de febrero de 2009

CARTA AL DIARIO EL SOL



A continuación reproduzco el contenido de la carta escrita en 1946 por los estudiantes de último año de arquitectura Carlos Williams, Adolfo Córdova, José Polar y Julio Ferran (de izquierda a derecha en la foto), dirigida al director del Diario "El Sol" del Cuzco.

Éste va a ser el primer documento público escrito por quienes un año después formarían la Agrupación Espacio, en él se puede apreciar la solidez de sus ideas claramente referidas al Movimiento Moderno. El fuerte rechazo a la búsqueda de identidad arquitectónica basada en la repetición de elementos ornamentales es recurrente en el texto, y lo será en los años siguientes de lucha por consolidar la arquitectura que consideraban coherente con su tiempo y lugar.

Estos jóvenes estudiantes tendrán un rol fundamental en la arquitectura peruana de las décadas siguientes. La labor de la Agrupación Espacio será vital para la consolidación y difusión de la Arquitectura Moderna en el Perú. Desde sus medios de difusión, su labor docente, presencia en los medios y su obra como arquitectos van a conseguir que la tradicional sociedad peruana descarte el camino de los "neos" y elija el de la Arquitectura Moderna.

Desde el individualismo de nuestros días, y luego de pasar por dudosas décadas del llamado "postmodernismo" en arquitectura, veo aquellos años con añoranza y con el deseo de haber sido el quinto en aquella expedición (viaje de fin de carrera por el Sur del Perú financiado por la Escuela de Ingenieros).

Es interesante como la labor de aquellos arquitectos (se sumaron muchos más para la formación de Espacio y luego en el proceso de difusión y enseñanza) sigue vigente hoy. El cambio en el modo de concebir la arquitectura que significó el Movimiento Moderno ha trascendido el siglo XX y retoma con la fuerza inicial este XXI, del modo que el Renacimiento supera el XV y se prolonga hasta el Neoclásico del XIX.

Aldo Facho Dede
(El resaltado en negrita es para esta publicación)



Cuzco, 23 de setiembre de 1946


Sr. Director del diario “El Sol”

S.D.


Siendo alumnos del último año de estudios de la Facultad de Arquitectura de la Escuela de Ingenieros del Perú, nos permitimos referirnos al artículo titulado “la zona intangible del Cuzco”, aparecido en la edición del 20 de setiembre del diario de su digna dirección.


En nuestra condición de jóvenes, de admiradores del arte en sus realizaciones auténticas y de personas que creen que las manifestaciones artísticas son la expresión más alta de la cultura de un pueblo, nos pronunciamos elogiosamente por los conceptos vertidos en el artículo mencionado.


Creemos, como en él se dice, que el Cuzco debe ser respetado. Síntesis de dos culturas que se enfrentan, establecen una solución única y auténticamente americana del choque de dos caracteres étnicos totalmente diferentes.

El Cuzco, debe ser respetado. Ciudad cuyos orígenes se pierden en la leyenda, ciudad de vida ininterrumpida, que en cada una de sus distintas épocas ha producido monumentos que hablan con verdad de un material empleado, de una concepción muy propia de la vida.

Pero si el Cuzco debe ser respetado creemos que en el artículo de nuestro comentario, hay una contradicción manifiesta.


Se quiere la introducción al estilo “neo-cuzqueño” que, a la manera de lo hecho en Lima y Arequipa, robaría sus motivos de un pasado grandioso. Nosotros creemos que todo hurto es violación de derecho. Y en ese caso; violación de un derecho intangible y así no se respeta el pasado.


Planteada nuestra opinión y considerando el tema un poco delicado, debemos ser más extensos.


Para la arquitectura cuzqueña dos derroteros se nos ocurre. El primero, ya citado, que al tratar de revivir pasada ornamentación si poseer el espíritu que la creó, conduce a vulgar reproducción de joyas verdaderas.


Aquí, en el Cuzco, la consecuencia de seguir este camino, estamos seguros sería sencillamente desastrosa.


A diferencia de Lima y Arequipa, posee el Cuzco, dos tradiciones que deben ser respetadas; tomar como molde una u otra obra, llevaría a solución que no merece el mismo calificativo que la anterior.


La fusión de ambas tradiciones, incaica y colonial, fácil es darse cuenta, sólo conduciría a un resultado fatalmente híbrido, a un maridaje irrespetuoso. El tiempo ha demostrado en las calles cuzqueñas que estas dos formas arquitectónicas nunca pueden resumirse. Tan sólo se enfrentan. El Cuzco, ya lo hemos dicho, es el monumento americano por excelencia. Aquí el inca dio en su arte su voz más alta. La colonia una expresión maravillosa. El nivel que estas manifestaciones lograron, haría aparecer bravamente empequeñecida la seudo-arquitectura propuesta. El incario aparecerá tergiversado. La Colonia no sería sentida en un siglo XX.


Pero dijimos que los cambios eran dos.


Es también, como el articulista piensa, nuestro credo, el que los pueblos realicen su arquitectura con sello propio. Justificamos por eso que el Cuzco aspire actualmente a una arquitectura con sello propio. Justificamos por eso que el Cuzco aspire actualmente a una arquitectura con personalidad.


Siempre es posible conseguir una diferenciación arquitectónica, si se siguen normas elementales de lógica en cuanto al acertado empleo del material, el planteamiento que resuelve necesidades locales, y así co-existen con la intención de realizar esta diferenciación el elemento imaginativo necesario para la realización de cualquier obra con positivo valor estético. Es precisamente el factor creador el que da una obra su valor distinto.


Lógica en el empleo del material, sinceridad en la expresión del sentir propia de cada pueblo en cada siglo. Esto es Arquitectura. Los españoles así lo comprendieron y por eso no falsificaron la joya incaica. No falsificaremos nosotros ambas. El Cuzco actual tiene derecho de manifestarse. Tiene el deber de hacerlo. No debe parecer impotente para expresar su nueva juventud.

Los pocos días que hemos pasado en esta tierra, nos han enseñado clara y magníficamente que la calidad de una arquitectura, reside siempre en la compresión del hombre, del material de la época.


Pedimos a UD., señor Director que considere en las columnas de su prestigioso diario este resultado de nuestra inquietud, de nuestro deseo de contribuir a la racional solución arquitectónica de un pueblo que nos enorgullece como peruanos y como americanos.

Queremos también, nos permita llevar por intermedio, un saludo al pueblo cuzqueño. Un especial saludo al estudiante hermano, en quien hacemos caer la responsabilidad del futuro de esta tierra, que está llamada por su lucha, a ser más grande que su pasado.


Agradecemos por anticipado, señor Director, la atención que UD., nos preste.


Adolfo Córdova V - Julio Ferrand C. - José Polar Z. - Carlos Williams L.

3 comentarios:

  1. Una joyita... gracias por hacerlo público.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Por nada querido amigo. Igual no estaba tan oculto, solo postergado por algunos. Lástima que esos, en muchos casos, son los que enseñan Historia de la Arquitectura en las facultades de nuestro país.

    Por suerte parte de los actores de esos años nos acompañan, con buena salud, memoria y ganas de contarnos sus vivencias.

    La arquitectura, como siempre, está para verse, y créeme que nuestras ciudades están llenas de edificios modernos de alta calidad.
    Parte de nuestro trabajo es buscarlos y registrarlos, sólo esperamos llegar antes que los desarrolladores inmobiliarios. Por lo pronto ya nos ganaron con la casa D´Onofrio y la de Agurto.

    SALUDOS!
    Aldo Facho

    ResponderEliminar
  3. Hola Aldo Facho. Soy Javier Vera, de la FAUA-UNI. Estamos organizando un homenaje al Arq Adolfo Córdova, y me gustaría comunicarme contigo porque se me hace que tienes información que nos podría servir. Me puedes pasar tu correo? el mio es nnjavier@hotmail.com. Felicitaciones por el blog, esta muy bueno! Un saludo desde Lima

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...