10 de febrero de 2011

NO SON ANDAMIOS
























Recibí un correo con este título hace unas semanas en el que el Sr. Jorge Hernández me exponía el padecimiento de los vecinos que habitan el edificio proyectado por el Arquitecto Chileno Germán del Sol para Empresa Municipal de la Vivienda en el barrio de Vallecas (Madrid – España). Revisé el material que me envío y me pareció además de legítimo su reclamo un lamentable ejemplo de la peor conjunción de una respuesta proyectual demasiado ambiciosa (para un encargo donde debía primar la economía de costos y mantenimiento) y una pésima ejecución por parte del contratista.

Lo que veo en las fotos que publico es un edificio “estándar” de vivienda rodeado por andamios. Solo a partir de revisar las perspectivas y material del estudio comprando el sentido de esa estructura. La primer pregunta que me hago es: ¿era necesaria una estructura independiente adosada a los edificios cubierta de verde para que sea un proyecto sustentable?, la segunda, en un proyecto de vivienda económica, ¿tiene sentido proponer elementos arquitectónicos de complejidad tecnológica y mantenimiento?, finalmente la tercer pregunta, ¿no hubo una dirección técnica de la obra a cargo de los arquitectos proyectistas o sus socios locales?
Con estas preguntas no pretendo deslindar responsabilidad a la empresa constructora, quien es 100% responsable de la pésima ejecución de la obra y el consiguiente perjuicio de los habitantes.

Intentando responderme: un diálogo frecuente con mis amigos y colegas es qué entendemos por un edificio sustentable o por sustentabilidad. Del vamos descartamos la idea que cualquier edificación cubierta de verde es sustentable solo por ese hecho, todo lo contrario, puede ser perjudicial para su entorno ambiental si no está correctamente estudiado el manejo de la vegetación, agua de riego, vientos, asoleamiento, etc. Consideramos que la Sustentabilidad se consigue a partir del análisis de los condicionantes ambientales y sociales y la correcta respuesta proyectual a éstos (diseño, tecnología y forma).

Sobre la segunda pregunta, desconozco en detalle el proyecto del arquitecto del Sol por lo que sería irresponsable criticarlo a partir del resultado; pero si puedo opinar a partir de mi experiencia en proyectos destinados a usos de interés social, donde el factor económico y mantenimiento han sido siempre condicionantes del diseño. En ese sentido hemos intentado siempre optimizar la tecnología local, buscando una arquitectura que estreche la distancia entre lo constructivo y lo formal. Usualmente los elementos ligeros o adosados a la edificación suelen ser omitidos o se deterioran con rapidez.

Sobre la tercera pregunta no puedo opinar, me sorprendería que un estudio tan prolijo y cuidadoso como el del arq. del Sol (hablo por sus obras reconocidas) no hubiese intervenido en el proceso de obra. En España la figura de la dirección técnica está fuertemente ligada al proceso de ejecución.

A continuación comparto el texto y material enviado por Jorge (el que he abreviado por razones de espacio). Espero que sea de su interés y abra el debate sobre estos temas.

Aldo Facho Dede



Perspectiva del Proyecto

Estado actual de los edificios

Estructura "verde" según proyecto y como fue ejecutado


"AQUÍ NO HAY QUIEN VIVA"
Por T.C y Jorge Hernández

Parece el título de una serie de televisión pero en esta ocasión no nos referimos a la ficción sino a la realidad que están soportando los vecinos de la Calle Almonte 17-27 en el Ensanche de Vallecas en Madrid (España).

Recientemente los medios de comunicación (televisión, prensa, internet.) se han hecho eco de la precaria situación que amenaza a esta vecindad desde el 2007, año en que la EMV (Empresa Municipal de la Vivienda) les adjudicó un edificio de Viviendas de Protección Oficial, construido por UICESA y diseñado por los arquitectos Germán del Sol, Francisco Medina y Antonio Pericó.

El diseño original ideado por Germán del Sol y sus compañeros se inspiraba en el ecologismo y la sostenibilidad y para ello se propuso la inclusión de una gran estructura metálica que abrazaría al edificio y sobre la cual se plantarían enredaderas que liberarían aire fresco en verano y protegerían de los rigores del clima en invierno. Pero lo que los vecinos encontraron cuando les entregaron las llaves allá por el 2007 y lo que los medios de comunicación han mostrado a los ciudadanos no tiene nada que ver con un edificio "verde" sino más bien con la imagen de un bloque de viviendas en eterna construcción o en permanente estado de rehabilitación.

En efecto, la visión del edificio sorprende a todo el que lo ve por primera vez: las viviendas están rodeadas de numerosos y gigantescos tubos galvanizados por los que no trepa ni una sola planta, lo que le da un aspecto desangelado, triste y antiestético.

Sin embargo, esto no es lo peor ya que el edificio "verde" es una jaula que tiene a sus propietarios muy preocupados porque, si bien no hay plantas trepadoras, si que ha habido "trepadores", ladrones que se han encaramado con facilidad a los tubos colándose por las cocinas para robar en las casas, situación que, lógicamente, tiene a los vecinos en un estado de continua alarma.

Al tema de los robos y la increíble facilidad para perpetrarlos, gracias a los tubos que funcionan como excelentes escaleras para los delincuentes, hay que añadir el tema de los gravísimos accidentes a los que están expuestos los vecinos, o cualquiera que pase por el perímetro del inmueble, ya que esos tubos gigantes no están bien anclados a la fachada y, en cualquier momento, pueden provocar una desgracia

El peligro sigue ahí y los vecinos pronto empezaron a reunirse para debatir la necesidad de solucionar los acuciantes problemas de seguridad que el edificio entrañaba para ellos y el resto de los viandantes. Los bomberos que acudieron a inspeccionar los daños corroboraron que se trataba de una estructura muy peligrosa pues los anclajes no estaban bien colocados y, en el caso de que se cubrieran con un manto vegetal, el viento podría provocar el "efecto vela" e ir agrietando el inmueble.

Razones de más para retirar esa estructura metálica pero en este punto los vecinos se han topado contra otro escollo: la EMV se niega a que se quite dicho elemento aunque los vecinos estén dispuestos a pagar los 16.000 euros que supondría dicha medida. La EMV es propietaria de cuatro pisos del edificio y, por lo tanto, tiene derecho a voto (y a veto) lo que ha impedido que los vecinos se puedan deshacer de esta peligrosa maraña de tubos.

Así están las cosas actualmente: los tubos golpean continuamente la fachada, se deforman y se van cayendo. Las abejas y las avispas han empezado a anidar dentro de los tubos (que, recordemos, están pegados a las ventanas con el consiguiente peligro para sus moradores).

No hay posibilidad de plantar planta alguna pues no se puede regar ya que las jardineras filtran el agua a los trasteros y, aunque se pudiera plantar, está el peligro del "efecto vela" arriba citado. La amenaza de robos y accidentes sigue pendiendo como espada de Damocles sobre los propietarios cuya paciencia se está oxidando como los tubos.

Desde que entraron a vivir en sus casas los vecinos no han dejado de reclamar los desperfectos a la EMV, ya sea de forma individual o colectiva, remitiendo faxes y burofaxes que no obtienen respuesta satisfactoria mientras el desembolso de dinero es continuo en forma de gastos de cerramiento de terrazas con ventanales para impedir los robos, gastos de peritaje para valorar los daños y gastos en un futuro cercano ante la posibilidad de interponer una demanda que ponga fin a estos males.

Una vez expuesta la situación actual convendría detenerse un poco en una serie de aspectos que permitan valorar el asunto y arrojar luz a fin de llegar a una solución favorable para todos.

Ha quedado patente que los vecinos están muy descontentos con el edificio. No les gusta el resultado final del proyecto originalmente "verde" y sostenible por las razones de seguridad antes citadas por no añadir, además, el aspecto lamentable que presenta. Sería injusto cargar las tintas contra el arquitecto Germán del Sol y sus colaboradores pues su diseño estaba bien planteado en inicio, con detalles minuciosos que iban desde la instalación de un sistema de riego por goteo hasta un estudio de las plantas adecuadas para cubrir el edificio.

D. Germán del Sol Guzmán, arquitecto de origen chileno, ganador del Premio Nacional de Arquitectura de Chile 2006, ha visto como su proyecto se ha desvirtuado en cuanto se ha llevado a ejecución. Aquí es necesario, lógicamente, citar a los intervinientes en el asunto: la EMV como promotora del edificio y UICESA como la constructora, señalando que, actualmente, UICESA se encuentra en concurso de acreedores.

Sería deseable que la EMV, a la vista de los informes detallados, la preocupación de los vecinos y la repercusión que este asunto está teniendo en la sociedad, valorara bajo una nueva luz la situación de este colectivo y tomara las medidas pertinentes y urgentes para solucionar el problema.





































4 comentarios:

  1. ¿y no se pueden quitar los andamios y listo?

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  2. Buenas tardes tengan:

    No puedo creer que estas cosas pasen hoy en día con el grado de formación de los arquitectos y el grado de supervisión de las administraciones públicas sobre la seguridad de las estructuras. Pobre gente, lo cierto es que en España hay una tendencia redundante ha realizar construcciones vanguardistas algo dudosas (los colores de las fachadas, salientes y estructuras envolventes no son sinónimo ni de usabilidad, ni de sostenibilidad, ni de vanguardismo) y el claro ejemplo es el desarrollo del PAU de Vallecas, todas construcciones de Proteción Oficial y con un elevado costo de mantenimiento.

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  3. Hugo y Anónimo, coincidimos en que Sustentabilidad no es sinónimo de plantas sino del manejo equilibrado y criterioso de los recursos proyectuales. Evidentemente un proyecto que no reconoce a los usuarios ni al lugar no puede llamarse sustentable. ¿Puede llamarse arquitectura? a ese respecto Piñon afirma que el adjetivo de Sustentabilidad fue siempre tácito a la Arquitectura, que es a partir de la pérdida del oficio y el desvarío en conceptos y formas antojadizas que se pierde ese valor.

    Entonces debemos dejar de hablar de una Arquitectura Sustentable para volver a hablar de Arquitectura, pensada desde una conciencia sustentable.

    Saludos y ¡gracias por seguirnos!
    Aldo

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  4. Buenos días, Aldo y Hugo:

    No puedo estar más de acuerdo con ambos y aunque parece mentira en última estancia este problema ni siquiera se resuelve con dinero, los vecinos estamos dispuestos a ponerlo pero la EMV no nos deja. Increible.
    Con el permiso de Aldo me gustaría invitar a Hugo a participar en nuestra web, por su acreditación y proponerle que escriba unas palabras si le parece a ambos oportuno.

    Dejo mi mail de contacto nosonandamios@gyg.es
    Gracias a ambos y especialmente a Aldo por su colaboración.

    Un fuerte abrazo.

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