5 de abril de 2012

MIES ATEMPORAL

Cuando armé la publicación para conmemorar los 126 años del nacimiento de Mies, pausé para reflexionar sobre en base a qué fundamento la vigencia de su obra y pensamiento en nuestros días. Pensé en escribir una nota, pero que mejor que compartirla con algunos colegas, ampliando así las miradas y enriqueciendo la reflexión. Agradezco a Pablo y Ana (de Abalosllopis Arquitectos), Javier Cortina, Juan Ramón Selva y Alejandro Guerrero (de ARS Atellier) por haberse sumado con entusiasmo a esta propuesta.

Aldo Facho Dede




Abalosllopis Arquitectos




Los árboles de Mies
Una línea precisa, frágil sólo en apariencia, que se pliega con delicadeza y se enrosca sobre sí misma, entra, sale, se quiebra...
Una línea que define una envolvente continua pero no homogénea trazada a una escala casi microscópica.

Una línea, cargada de realidad pero también de la abstracción de lo inmanente, que determina un lugar, un claro donde la arquitectura se hace presente.
Esa línea es un árbol, el elemento natural que siempre acompaña los dibujos de Mies.


El árbol dibujado con natural precisión es el contrapunto a la línea tensa e igualmente precisa que define el contorno de su arquitectura, naturaleza y tecnología encuentran su equilibrio. Ambas configuran una sombra, un plano horizontal bajo el cual la vida encuentra su lugar. Ambas forman parte de la composición, ambas son el material de construcción de la arquitectura.




Javier Cortina Maruenda



Martini, Puro y Mies
“Evidentemente, los temas son siempre los mismos, está claro. Cada uno tiene como mucho su propio tema y es dentro de este donde se mueve”
Thomas Bernhard.
“Os temas são sempre os mesmos” Eduardo Souto de Moura.

“La estructura de la estructura” Alberto Campo Baeza.


Nos pide Aldo a un grupo de amigos suyos y amantes de la arquitectura, con motivo del aniversario del 126 aniversarios del nacimiento de Mies van der Rohe unas palabras sobre el maestro alemán. Mucha responsabilidad para unas pocas palabras.


Si algo que me impresiona de Mies desde luego es su obstinación. Toda la vida repitiendo casi el mismo proyecto, con pequeños cambios que tras el humo de su habano supervisa y perfecciona. No desde luego las mismas formas, si los mismos principios, la misma ética. Una pequeña evolución entre ellos así lo muestra, sus escasos escritos lo confirman. En tiempos en los que los “triples saltos mortales” de ciertos arquitectos que pasan del alambre a ser domadores de circo sin apenas pestañear, Mies permanece pensativo puro en mano. Casi se le atisba una sonrisa esperando que el león no haya desayunado hoy.




Juan Ramón Selva Royo




Citando a Fernando García-Ordoñez
"Por alusión indirecta -término jurídico que viene a cuento- debo identificar con nombre y apellido a uno de los maestros aludidos que tuvo más impacto en mi modo de hacer arquitectura: Mies van der Rohe. Su sentencia de que, en el ámbito de la arquitectura menos es más, merece un comentario esclarecedor. Por de pronto, la “verdad” como la “belleza” son virtudes que se identifican por si mismas. No precisan de “más”. Si un edificio necesitase adorno superficial para acreditar su belleza, denotaría carencia de belleza propia: lo que veríamos de él sería una careta artificial.


La auténtica belleza constructiva emana más de la armonía de su contenido interior que del aspecto superficial. Al menos así ocurre en todas las manifestaciones de belleza natural. La belleza humana, por ejemplo, no se desprende de la envoltura de piel; esta contribuye, desde luego, pero no la determina. Son los componentes volumétricos que emergen bajo ella quienes determinan la belleza de una faz.

Lo mismo ocurre con la belleza de un edificio. Su programa de usos puede resolverse de diversas maneras, cada una corresponde a un esqueleto estructural. La construcción más bella será, sin duda, la determinada por el esqueleto estructural más armonioso. La razón es obvia: armonía y belleza son valores complementarios."



Alejandro Guerrero Gutierrez



Sobre el Less is more ó la desaparición de los elementos arquitectónicos (fragmento)
Desde siempre, Mies van der Rohe ha trabajado con gran cuidado los interiores de sus edificios. El acondicionamiento del espacio interior es una preocupación de la cual dan cuenta tanto los espacios expositivos realizados con Lilly Reich, como sus clásicas perspectivas interiores a manera de fotomontajes para las casas Resor, Hubbe y el conjunto de las casas patio. En la Neue Nationalgalerie, desde el punto de vista del espacio interior, las columnas se manifiestan poco. Se desdibujan mientras uno observa el paisaje urbano de Berlín desde su podio. Parecieran pertenecer solo al ámbito exterior. El color negro de su cubierta hace que ese tremendo entramado disminuya su presencia. Siempre me ha parecido un razonamiento parcial, aquel que afirma que a Mies le gustaba mostrar la estructura de sus edificios por el exterior. Prefiero pensar que su objetivo más bien consiste en manifestarla poco en el interior; de hacerla desaparecer. Las imágenes de la Neue Nationalgelerie en las que aparecen las cortinas cerradas detrás de la fachada acristalada son esclarecedoras al respecto. Tal es el caso de las fotografías tomadas por Reinhard Friedrich para la exposición sobre Mondrian con la cual se inauguró el edificio. El techo interior “flota” sobre los cerramientos textiles; las columnas han desaparecido del espacio interior. Lo mismo sucede en la casa Farnsworth; las columnas han sido tangencialmente soldadas a la estructura metálica del suelo y el techo de manera que no “pertenecen” al interior. Incluso las columnas que soportan la plataforma de entrada, se detienen centímetros antes de alcanzar el lecho alto del canal perimetral que la forma; como para no ser advertidas desde dentro. De tal manera que lo que queda a la vista es el acondicionamiento interior formado por los revestimientos del suelo, del núcleo central de madera, las cortinas y el mobiliario.




Aldo Facho Dede




Evidentemente en los 83 años que nos separan de la inauguración del pabellón de Barcelona la arquitectura ha evolucionado notablemente a la par de la tecnología y sociedad, entonces, ¿por qué nos sigue sorprendiendo esta obra? Considero que Mies consigue esa a-temporalidad a partir llevar al proyecto al grado máximo de abstracción en cada uno de sus componentes, desde el emplazamiento, la respuesta funcional, la solución tecnológica y constructiva.

Al sintetizar la función en planos y espacios consigue dotar al edificio de un alto nivel de flexibilidad, absorbiendo así las variantes específicas del tiempo. En formal, lleva la solución estética a la exaltación de la solución tecnológica, así el edificio se resuelve a partir de lo que lo compone, y se compone a partir de las condicionantes específicas del lugar y encargo. Pero no estamos hablando de una burda subordinación de lo formal a lo funcional o constructivo, afirmamos que en la arquitectura de Mies la solución formal se sustenta en la exquisitez del detalle, y el detalle en la aguda elección (o desarrollo) del mejor sistema para el encargo específico. “Menos es más” significa para mi eso, que la mayor riqueza arquitectónica (funcional, formal y constructiva) se consigue a partir de la máxima abstracción y síntesis de sus componentes.

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